Trump indulta al polémico exsheriff Joe Arpaio, símbolo racista

Los grupos de derechos civiles le acusan al presidente de "respaldar el racismo" tras perdonar al símbolo de la mano dura contra los inmigrantes

El exsheriff Joe Arpaio y Donald Trump.

El exsheriff Joe Arpaio y Donald Trump. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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El presidente de EEUU, Donald Trump, firmó este viernes una polémica orden para indultar al sheriff Joe Arpaio, el hombre que fue durante años el rostro de la mano dura contra la inmigración ilegal. Responsable de la seguridad en el condado de Maricopa (Arizona) durante 24 años, había sido condenado por desacato a los tribunales en un caso de discriminación racial y se enfrentaba a una pena potencial de seis meses de cárcel. "Arpaio tiene ahora 85 años y, tras más de 50 años de admirable servicio a nuestra nación, es un candidato meritorio al indulto presidencial", escribió el presidente. La medida ha soliviantado a los defensores de los derechos civiles, que han acusado a Trump de “respaldar el racismo”, en palabras de la Unión Americana de Derechos Civiles.

Arpaio dejó en cargo en 2016, tras perder la reelección a sheriff del condado por la movilización masiva de los hispanos y los sectores más progresistas de Arizona. Por entonces era ya una celebridad en todo el país. Se hizo un nombre en los primeros años de su mandato, cuando obligó a los presos de su condado a llevar a calzoncillos rosas para humillarlos, los puso a trabajar encadenados o los alojó en tiendas de campaña bajo el sol inclemente de Arizona, campamentos que él mismo bautizó como "campos de concentración". El índice de suicidios y muertes en sus cárceles se disparó, y tuvo que enfrentarse a docenas de demandas judiciales.

Con el tiempo cambió de cruzada para dedicarse a combatir la inmigración indocumentada. Las redadas se generalizaron y también la tendencia a detener a los hispanos de su condado sin más indicios de delito que el color de su piel. Un juez le acabó acusando de discriminación racial y le obligó a que cesaran las prácticas de su departamento. Arpaio no le hizo caso y siguió en sus trece hasta que otro tribunal le condenó el mes pasado por desacato. La sentencia se esperaba en los próximos días.

Aliado político

En su perdón presidencial, Trump no menciona la condena y se limita a alabar la trayectoria de su aliado político, quien le acompañó en numerosos actos de la pasada campaña. "Arpaio continuó el trabajo de su vida protegiendo al público del azote del crimen y la inmigración ilegal". Los dos hablaban el mismo lenguaje. En su aparición en la Convención Nacional Republicana del 2016, el sheriff presentó la frontera como un coladero de “terroristas” y “criminales" que "se infiltran en nuestras comunidades y causan una destrucción masiva".

Trump no es el primer presidente que pronuncia un polémico indulto. Bush padre perdonó al exsecretario de Defensa, Caspar Weinberger, por su papel en el escándalo Irán-Contra, y Clinton al financiero fugitivo Marc Rich, condenado entre otras cosas por evasión fiscal. Pero sí es uno de los pocos que lo ha hecho a principios de su mandato, cuando lo normal es que se haga al final. 

También ha llamado la atención que firmara la orden cuando todo el país está pendiente del huracán que amenaza las costas de Tejas. Además del indulto, el viernes firmó otra directiva que prohíbe a los transgeneros servir en el Ejército, un veto levantado por su predecesor, Barack Obama. Los demócratas no han tardado en echárselo en cara. "El único motivo por lo que lo ha hecho ahora es para evitar el escrutinio aprovechando la cobertura del huracán Harvey", ha dicho el senador Charles Schummer. "Muy triste, muy débil".