La UE trata de reavivar su política en el Mediterráneo

Algunos la calificaron de «cumbre antiyihadista», pero no es eso exactamente. La reunión que este lunes tiene convocados en el Palau de Pedralbes a los ministros de Exteriores de los 28 países de la Unión Europea y ocho de las orillas sur y este del Mediterráneo (Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Israel, Palestina, Jordania y el Líbano) se enmarca en la denominada Política Europea de Vecindad (ENP) y tiene una agenda mucho más amplia. Pero es inevitable que después de los atentados como los de París, Copenhague y Túnez, la lucha contra el terrorismo de corte islamista acapare la atención.

El encuentro despierta ya interés por el mero hecho de tener lugar. Desde el 2008 no había podido celebrarse ninguna reunión ministerial de la Vecindad Sur. Y tampoco la Unión por el Mediterráneo (UpM) -cuyo secretariado tiene su sede en Barcelona, precisamente en el Palau de Pedralbes- lo consiguió. En el 2010, la UpM se vio obligada a aplazar sine die una cumbre de la que nunca más se supo. Los conflictos políticos en la región y muy especialmente el conflicto árabe-israelí contaminaron desde el principio todas las iniciativas. Primero, la UpM quedó en el congelador por la guerra de Gaza del 2008/2009. Posteriormente, algunos países árabes se negaron a participar en encuentros en los que asistiera el controvertido y ultraderechista ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman.

Sin Lieberman

Liebarman -que a la espera de la formación del nuevo Gobierno tras las elecciones del 17 de marzo sigue siendo el ministro de Exteriores israelí-, no estará hoy en Barcelona. En su lugar acudirá el viceministro de Exteriores, Yitzhak Tzachi Hanegbi. Israel alega problemas de agenda. «Se convocó la reunión con poco tiempo y además por medio hubo las elecciones», señaló a este diario la portavoz de la Embajada de Israel en Madrid, Hamutal Rogel. La explicación suena a poco creíble pero, en cualquier caso, haya existido o no un pacto tácito para facilitar la reunión, la ausencia del polémico ministro resulta conveniente para evitar tensiones.

Al máximo nivel

De los otros siete países del sur invitados al cónclave en Barcelona, el titular de Exteriores marroquí fue el último en confirmar este fin de semana su asistencia.  Así, estarán todos menos Lieberman. En cuanto a los miembros de la UE, participarán la gran mayoría de ministros de Exteriores, excepto los de cinco países (Bulgaria, Finlandia, Grecia, Lituania e Irlanda) que han optado por enviar al viceministro y un sexto, el Reino Unido, que ha estará representado por un director general, o sea a un nivel inferior. No se trata de una reunión de la UpM pero ésta, al igual que la Liga Árabe, estará representada por su secretario general.

No está previsto que se apruebe ningún documento. La convocatoria tiene como objetivo formal lanzar un proceso de consulta sobre el futuro de la Política Europea de Vecindad (el 21 y 22 de mayo se celebrará una cumbre en Riga con los vecinos del este de la UE) y este proceso durará meses. Para agilizar las discusiones en la cita de Pedralbes -que tiene una duración prevista de apenas dos horas y media- los participantes se dividirán en dos grupos de trabajo (Israel y Palestina estarán en grupos distintos), aunque posteriormente compartirán todos los misma mesa en un almuerzo.

Es durante el almuerzo cuando se abordará la cuestión del terrorismo yihadista. «Hay una gran preocupación en países del sur que ven como sus esfuerzos de democratización pueden verse afectados por la acción terrorista», dijo una fuente del Ministerio de Exteriores español.

Libia y Siria (incluidos en la Política de Vecindad) no han sido invitados por razones obvias, pero su caótica situación estará muy presente en las discusiones. La política de inmigración, la cooperación económica y la cuestión energética completan la agenda. H