"Creímos que íbamos a morir", dice un superviviente del tornado de Oklahoma

Los vecinos de Moore, la localidad más afectada, recibieron el aviso de la tormenta con 16 minutos de antelación

Ubicación de la localidad de Moore en el mapa de la zona de Oklahoma afectada por el tornado.

Ubicación de la localidad de Moore en el mapa de la zona de Oklahoma afectada por el tornado. / periodico

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"Pensábamos que íbamos a morir". Así ha resumido el paso del devastador tornado que ha causado más de 24 muertos en Oklahoma City Ricky Stover, un vecino de Moore, una de las localidades más afectadas. "Estábamos en el refugio de casa y el viento levantó la puerta. Nos empezaron a caer vidrios y objetos encima. Pensamos que moríamos, la verdad", ha explicado este martes Stover mientras contempla los restos de su casa.

Los vecinos de Moore recibieron el aviso del centro de predicción de tormentas del Servicio de Meteorología de Estados Unidos apenas 16 minutos antes del impacto del tornado, que tocó tierra a las 15.00 horas (22.00 hora en España). Una antelación que se antoja breve aunque un portavoz del centro ha asegurado que es más que la media habitual, situada entre 8 y 10 minutos antes.

El tornado, con vientos de más de 300 kilómetros por hora, sorprendió a la población en sus centros de trabajo o, en el caso de los niños, en las escuelas. Dos de ellas han quedado destrozadas. "Por favor, encuentren a los niños", ha sido uno de los mensajes más leídos en las páginas de Facebook de los colegios Plaza Towers y Briarwood de Moore. Del centenar de víctimas mortales, una veintena son niños de estos colegios.

Escondidos en los lavabos

La ciudad ha quedado devastada; con restos por todas partes, señales de tráfico arrancadas, casas destrozadas y vehículos lanzados a metros de distancia de donde estaban aparcados. "Me escondí en un armario y oí como si se estuviera acercando un tren", ha explicado Ninia Lay, una vecina que también ha perdido su casa. El tornado levantó la vivenda y Lay quedó enterrada durante dos horas bajo las ruinas hasta que su marido y los servicios de rescate la sacaron. "Doy gracias a Dios por mi teléfono móvil, con el que pude llamar a mi marido y pedir ayuda", ha apuntado. Su hija Catherine, de siete año, estaba en clase en el Plaza Towers. La pequeña se refugió con los profesores y compañeros de aula en los lavabos. Salió con solo rasgullos y algunos cortes.

"La ciudada entera parece un campo de batalla", ha lamentado el alcalde de Moore, Glenn Lewis, que ha confirmado que el hospital de la localidad ha quedado destrozado.