Los primeros aviones rusos abandonan Siria

Un día después de que Vladímir Putin, su comandante en jefe, anunciara por sorpresa el inicio de la retirada de las tropas rusasinicio retirada  tropas rusas en Siria, la televisión gubernamental ha mostrado este martes imágenes de soldados cargando enseres en un avión militar de carga que se disponía a regresar a Rusia. Las Fuerzas Armadas rusas han mantenido desde el verano en la base de Khmeimim -base que conservarán tras la retirada- un dispositivo de al menos 50 aparatos, entre helicópteros Mig Mi-24 y Mi-8, y aviones Sukhói SU-24, Su-25 y los supermodernos SU-34S.

El canal de información permanente Rossiya-24 ha dedicado un amplio espacio a la decisión de Putin, quien la víspera, en una reunión con responsables de Defensa y Exteriores, anunció por sorpresa que "la mayor parte" del contingente militar desplegado en Siria comenzaría a retirarse, dando a entender, a la vez, que había llegado el momento de la negociación. El portavoz presidencia, Dmitri Peskov, ha asegurado a la cadena que era "una decisión del presidente", mientras se mantenía la conexión en directo con la base en Siria, de la que despegaban constantemente aviones con rumbo a Rusia.

COMUNICADO DE MINISTERIO DE DEFENSA

"El personal está cargando equipamiento, logística en aviones de transporte", ha anunciado el Ministerio de Defensa en un comunicado. "Los aviones en Khmeimim volarán acompañados de aviones de transporte militar", ha continuado.

El primer escuadrón de aviones ha tocado tierra en una base militar de la región de Voronezh, en el sur de Rusia, a media mañana, entre fanfarrias, vítores y bendiciones de popes ortodoxos incluídas. "Gracias a vuestro trabajo, el terrorismo internacional en Siria ha sufrido grandes pérdidas", ha declarado el comandante en jefe de las Fuerzas Aéreas de Rusia, Víktor Bóndarev. El grupo estaba compuesto por un avión de transporte TU-154, y varios cazabombarderos SU-34S. 

Se trata de un largo viaje, ya que los aparatos deberán evitar el espacio aéreo turco, país que en otoño pasado, derribó a un avión ruso, provocando la muerte de un piloto y de uno de los soldados que salió en su rescate, desatando un episodio de tensión con un país de la OTAN nunca visto desde el final de la guerra fría. El vuelo de vuelta atravesará los espacios aéreos de Irak, Irán y Azerbaiyán. 

El remanente militar ruso que se quede en Siria, en la base de Khmeimim y el puerto de Tartus, constituye la principal incógnita que resta por discernir del repliegue ruso en Siria. Según el rotativo Kommersant, se quedarán al menos cuatro cazabombardeos SU-35, una decena de helicópteros, carros de combate T-90, todo ello protegido por sistemas de defensa antiaérea S-400, considerados de los más modernos del mundo, con un radio de acción de 400 kilómetros.

La prensa local rusa ha valorado la decisión de Putin como una medida destinada a evitar que Rusia se vea arrastrada por el conflicto, permitiendo al Kremlin, además, presentar la campaña aérea iniciada a comienzos de otoño como "una victoria".