ACTO REIVINDICATIVO EN LA CAPITAL EGIPCIA

Tahrir sigue latiendo

Concentración 8Una multitud en la plaza Tahrir.

Concentración 8Una multitud en la plaza Tahrir.

LAURA MILLÁN
EL CAIRO

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Una marea roja, blanca y negra inundó ayer la plaza Tahrir de El Cairo, en una de las mayores movilizaciones populares del último año. Los colores de la bandera egipcia decoraron los rostros de los ciudadanos, las calles y las pancartas conmemorativas del primer aniversario de la revolución del 25 de enero que puso fin a los 31 años de dictadura de Hosni Mubarak.

El himno de Egipto, así como las canciones revolucionarias, sonaron durante todo el día en la plaza Tahrir, donde reinó un ambiente festivo a la vez que reivindicativo. Así, los vendedores de palomitas se mezclaban con quienes gritaban consignas revolucionarias ; cada vez que estallaban fuegos artificiales, todos miraban al cielo encantados.

Buena parte de los asistentes se cubría la cabeza con gorras con las enseñas del grupo islamista de los Hermanos Musulmanes y celebraban la victoria de su brazo político, el Partido Libertad y Justicia, en las elecciones a la Cámara baja del Parlamento. Otros manifestantes, más reivindicativos, recordaban que«la revolución continúa»y pedían la caída de la Junta Militar que gobierna el país tras la caída de Mubarak.

Dos visiones

Estas dos visiones convivieron pacíficamente durante todo el día y se confundieron en una multitud bulliciosa y alegre, que volvió a demostrar que es en Tahrir donde late el corazón de Egipto.

Con su larga túnica oscura y el sombrero rojo y blanco que caracteriza a los clérigos de Al Azhar, la principal institución del islam en Egipto, Mamduh Abd al Ghadi celebró la«buena marcha de la transición egipcia».«No entiendo porqué los jóvenes están en contra de la Junta Militar si el Ejército ya ha dicho que dejará el poder en unos meses»,afirmó Abd al Ghadi.

Por su lado, el estudiante Amer Abd al Rahmán, argumentó:«Ahora tenemos un Parlamento elegido democráticamente, no queremos que el Ejército siga teniendo el poder».A última hora de la tarde, un buen número de familias abandonaba la plaza mientras activistas como Hosam Hasán avanzaba en dirección contraria.«Vengo a relevar a los que se marchan, tenemos que seguir protestando para que caiga la Junta Militar», explicó. Hasán expresó su intención de dormir en la plaza«para que la protesta no se apague»,y se mostró despreocupado ante la violencia que ha sacudido Tahrir en ocasiones similares.«Hace un año dormimos aquí y ahora volveremos a hacerlo. La revolución no ha terminado»,afirmó el activista.