El suicidio de un jubilado en plena calle conmociona a Grecia

A las 9.00 de ayer, D.X. -farmacéutico jubilado de 77 años, con mujer, hija y una pensión cada vez más reducida por los sucesivos recortes- eligió un árbol de la ateniense plaza de Syntagma, frente al Parlamento heleno, y se pegó un tiro en la sien.

Junto al cuerpo sin vida se encontró una nota manuscrita en la que explicaba las razones del suicidio. «El Gobierno de ocupación (...) ha aniquilado cualquier posibilidad de supervivencia para mí, que dependía de una pensión por la que coticé durante 35 años», se leía en ella. «Dado que mi edad no me permite ninguna reacción activa, no veo otra solución que un final decente, antes de tener que rebuscar comida entre la basura», añadió.

El suceso ha conmocionado a Grecia, ya que en los últimos años ha aumentado de manera exponencial el número de suicidios de personas ahogadas por las deudas y la desesperación. «En estos tiempos difíciles para nuestra sociedad, todos debemos apoyar a la gente que tenemos cerca y sufre», afirmó el primer ministro griego, Lukás Papadimos.

«¡ASESINOS!» / Pero precisamente el Gobierno y sus medidas de austeridad han sido considerados culpables de la muerte, a juzgar por los mensajes colgados en el árbol junto al que se suicidó D.X. «Algún día seréis juzgados por lo que habéis hecho. ¡Asesinos!», amenazaba un mensaje. Durante todo el día, cientos de personas se acercaron a la plaza de Syntagma para poner velas en memoria del fallecido y, por la tarde, se produjeron varias manifestaciones de protesta. «Este hombre ha tenido mucho coraje», opinaba Alex, de 25 años: «Nos ha querido mostrar algo al resto de los griegos».

De hecho, la última parte de la nota del suicida incluía un mensaje dirigido a los jóvenes: «Creo que, un día, la juventud sin futuro tomará las armas y colgará en la plaza de Syntagma a estos traidores, tal y como los italianos hicieron con Mussolini en 1945».