CRÍMENES DE GUERRA

Sudáfrica revisará su participación en la CPI por discrepancias sobre Bashir

Las autoridades sudafricanas permitieron a Al Bashir salir del país incumpliendo la orden de arresto internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad

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El Gobierno de Sudáfrica anunció este jueves que "revisará" su participación en la Corte Penal Internacional (CPI) por sus discrepancias sobre el incumplimiento de la orden de detención del presidente de SudánOmar Hasan al Bashir, por parte de las autoridades del país austral.

El ministro sudafricano de la Presidencia, Jeff Radebe, informó este jueves de esta decisión tras una reunión del Ejecutivo de Jacob Zuma en la capital sudafricana, Pretoria. Las autoridades sudafricanas permitieron a Al Bashir, sobre el que pesa una orden de arresto internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad, abandonar el país el pasado día 15, incumpliendo una orden de retención emitida por el Tribunal Superior de Pretoria.

"La CPI decidió que Sudáfrica estaba obligada a detener a Al Bashir sin consultarlo de forma apropiada", adujo el ministro. Aunque reconoció que el país austral podría tener discrepancias sobre esta decisión, Radebe defendió que la CPI debería "haberse tomado este asunto con seriedad" y propiciar que "todas las partes negociaran de buena fe". El Ejecutivo de Jacob Zuma sopesa ahora retirarse de la CPI, pero "como último recurso" y solo cuando Sudáfrica "haya agotado todos las soluciones disponibles" en el Estatuto de Roma, el tratado fundacional de la corte internacional, matizó. El Gobierno sudafricano advirtió de que haber detenido a Bashir hubiera violado los tratados suscritos con la Unión Africana (UA) y lamentó que no fuera posible abordar directamente con el organismo judicial las "dificultades" de Sudáfrica para arrestar al líder sudanés. "Sudáfrica debe equilibrar sus obligaciones con la CPI y con la UA y los Estados africanos", subrayó.

El Ejecutivo sudafricano remitirá la cuestión a los titulares de la corte penal, dijo Radebe, quien aseguró Sudáfrica sigue "comprometida con asistir a la justicia internacional para garantizar que los crímenes más graves no queden impunes. Por otro lado, Radebe negó las denuncias realizadas por soldados sudafricanos desplegados en misión de paz en Darfur sobre amenazas del Ejército sudanés para disuadir al Gobierno de Pretoria de que detuviera al presidente de Sudán.

"La historia acerca de que las tropas sudafricanas fueron rodeadas por tropas sudanesas no tiene ninguna sustancia", aseguró el ministro. La presidenta de la Comisión de la UA, Nkosazana Dlamini-Zuma, defendió la decisión de Sudáfrica de no detener al presidente de Sudán porque estaba albergando una cumbre de la organización panafricana y, por tanto, actuó "según las reglas de la UA".

Por el contrario, grupos internacionales de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional (AI), y antiguos jueces y organizaciones de la sociedad civil sudafricana han criticado al Gobierno del presidente Jacob Zuma de despreciar a su propia Justicia y a una institución a la que está adherida como la CPI.