Rodrigo Miranda, religioso en Alepo: "En Siria todos matan civiles y no es el Estado Islámico el que más mata"

El sacerdote, de la mano de la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, comparte su experiencia tras vivir los últimos cuatro años en la ciudad del norte de Siria

El Padre Rodrigo Miranda ha dejado Siria para explicar la verdad del conflicto.

El Padre Rodrigo Miranda ha dejado Siria para explicar la verdad del conflicto. / periodico

BEGOÑA GONZÁLEZ

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El padre Rodrigo Miranda ha cruzado el planeta por su fe. Nacido en Chile en 1976, Miranda ha pasado los últimos cuatro años en Alepo, SiriaAlepoSiria, sufriendo con la población día tras día los horrores de un conflicto bélico que se ha cobrado ya 470.000 vidas y ha dejado más de 12 millones de desplazados y refugiados, según un informe del Centro Sirio para la Investigación Política.

Belén, Gaza, Alejandría, Jordania… Oriente Próximo ha sido el hogar de Miranda durante los últimos 10 años, pero ha sido durante estos últimos cuatro en Alepo cuando, según él, ha aprendido “a ser sacerdote”. Ahora de la mano de la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, ha compartido su experiencia en Alepo para denunciar que no se está contando la verdad del conflicto.

-¿Qué le llevó a elegir Oriente próximo como destino para su misión? 

-Básicamente que es la Tierra Santa, allí empezó todo lo que me mueve a mí ahora y además tienen una gran historia de fe. Las comunidades cristianas de Oriente son muy particulares y fervientes.

-¿Por qué ha dejado Siria ahora? 

-Dios me ha pedido que ayude a los sirios, y lo que necesitan ahora es que la gente sepa la verdad para poderles ayudar con conocimiento de causa. Las cosas no pasan como se están contando desde fuera, y yo lo he vivido en primera persona. Aunque me haya dolido el corazón al dejar mi parroquia y mis fieles, debía emprender este viaje de la verdad. No podemos ver la guerra como una película en la que hay buenos y malos, en Siria, todos son malos y todos matan civiles, por eso la versión que se está dando a los países occidentales en la que el Estado Islámico es el malo absoluto no es correcta. Todos son malos y el EI no es el que más mata. Todos matan civiles. 

-¿Cómo es el día a día de los civiles? 

-Es muy difícil, inimaginablemente difícil. Hay mucho dolor porque además de las pérdidas materiales, que son tremendas, hay muchas vidas que se han perdido. No conozco a nadie que no haya perdido a un familiar, se está viviendo un genocidio. La gente vive con miedo y tensión, pero a la vez habituada a ciertas cosas, hay bombas que asustan y hay otras que ya no. Son 24h de bombardeos, asesinatos, tiroteos, humaredas, y falta de suministros, en Alepo falta de todo. Los niños son los que lo pasan peor, hay niños que han nacido durante la guerra, y realmente es lo único que conocen. En este caso yo me pregunto, es fácil reparar las ciudades, ¿pero será fácil reparar sus almas?

-¿Y en especial como viven el conflicto los cristianos?

 -Viven como el resto de civiles, pero con una fe distinta, con más esperanza y capacidad de perdón. Aún y así son perseguidos y eso cambia mucho todo. A los cristianos se les marca las casas con una señal para saber dónde viven y asesinarlos, o se les bombardea en las iglesias en Navidad o Pascua. Eso ya no es un daño colateral, eso es una persecución, y lo es por religión, que la hace aún peor.

-¿Es el Estado Islámico el responsable de estas masacres a civiles? 

-El Estado Islámico (EI) es una anécdota, es tan solo otro grupo de tantos que matan y masacran a civiles. La guerra es caos, y en los bandos no hay una posición unánime, no hay una voluntad única, porque es imposible. No están solo el bando del Gobierno de Bashar Al Assad y por otra parte el de la oposición apoyada y manipulada por las potencias occidentales, hay muchas subdivisiones que complican el escenario. Este caos es el que ha hecho que no funcionen las treguas, porque es imposible ponerlos de acuerdo. 

-¿Qué ha sido de los convenios internacionales?

 -Nunca se han respetado. Desde el inicio del conflicto ha sido así.  La destrucción de ciudades y el asesinato de civiles han estado siempre presentes en esta guerra. En Occidente se les llama oposición moderada a los rebeldes, y para nada he visto nunca moderación…

-¿Cuál debería ser el papel de la comunidad internacional para finalizar el conflicto?

-Primero hay que respetar al Gobierno, que guste o no, lo hay. No se le puede imponer la mentalidad occidental que no entiende lo que es Oriente Próximo. En segundo lugar hay que reconsiderar el rol de países como Turquía, el Líbano o Israel, que son lugares en los que no se respetan los derechos humanos y por tanto no podrán hacer que se respeten en Siria. Y por otra parte hay que evidenciar también el papel de Rusia, Irán y el resto de actores aliados de Damasco porque estos países no están ayudando a salvar vidas, sino que las están arrebatando igual que el resto.