CAMBIOS EN LAS REGLAS DE LA AGENCIA

El Servicio Secreto de EEUU endurece las normas para sus agentes tras el escándalo de las prostitutas

IDOYA NOAIN / Nueva York

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Elescándalo desatado enEstados Unidos tras saberse que este mesagentes del Servicio Secreto llevaron aprostitutas a sus hoteles en Colombia cuando preparaban un viaje del presidenteBarack Obama ha llevado a los primeros cambios en las reglas de la agencia. Un memorando interno avisa al personal de que, cuando estén de viaje fuera deEEUU,no se les permitirá llevar a sus habitaciones de hotel aextranjeros (salvo que estos sean personal del hotel o agentes de seguridad del país que se visita). Asimismo, se prohibe “visitar establecimientos no reputados” y se dice que “solo se puede consumiralcohol en cantidades moderadas”.

La agencia, que depende del Departamento de Seguridad Nacional, explicó ayer en un comunicado que los cambios son “mejoras de sentido común” a las reglas ya vigentes para el personal, al que se le recuerda con énfasis que las leyes deEEUU “deben aplicar al personal delServicio Secreto mientras estén en el extranjero”.

Según el documento, cuyas directrices entran inmediatamente en vigor, se harán reuniones informativas “intensificadas” a los agentes sobre “zonas y establecimientos fuera de límites” nada más llegar al país que se visite y los supervisores serán encargados de recordar a los miembros del Servicio Secreto las “expectativas de parámetros de conducta” en sesiones informativas previas a los viajes.

Investigaciones internas

El escándalo desatado tras el viaje aColombia, por el que han sido separados de la agencia12 agentes del servicio secreto (incluyendo dos supervisores) y por el que también han sido disciplinados por el Pentágono 11 efectivos militares, ha provocado una crisis enEEUU. Aunque la Administración ha intentado aplacarlo con investigaciones internas llevadas a cabo por los dos Departamentos afectados (Seguridad Nacional y Defensa), en el Congreso se elevan las voces que piden investigaciones externas para comprobar si el uso deprostitutas, elconsumo de alcohol y las visitas a locales de alterne constituyen un problema sistémico en la agencia encargada de asegurar los viajes de mandatarios y políticos estadounidenses.

Desde que en abril saltó el escándalo (que salió a la luz solo porque uno de los agentes se negó a pagar a una prostituta la cantidad que ella le había pedido) han proliferado las informaciones que hablan de una cultura de excesos en la agencia. Aunque elServicio Secreto ha intentado restar credibilidad a noticias publicadas con fuentes anónimas, se habla de incidentes similares al de Cartagena de Indias el año pasado en El Salvador, en el 2009 en Buenos Aires y hasta en el 2000 en Moscú.