De señor del crimen a baladista de éxito

El pasado lunes, la policía filipina irrumpió en la prisión de Bilibid, en las afueras de Manila, en una operación para poner fin al hecho de que algunos de los grandes criminales del país siguieran dirigiendo sus negocios desde el interior de esa cárcel. Dentro de los muros de esa carcel, donde se hacinan 23.000 presos en un espacio pensado para 8.900 personas, encontraron lo que sospechaban: los grandes amos del delito  seguían gestionando sus negocios y se habían montando unos espacios privados con aire acondicionado, cuartos de baño de mármol, y donde disfrutaban de amfetaminas, whisky, muñecas hinchables y hasta jacuzis.

"Vivían como reyes", ha dicho un ministro filipino. No obstante, los responsables penitenciarios han asegurado no saber nada de esas condiciones de vida.

VENTA EN iTUNES

Uno de los grandes criminales que la policía tenía como objetivo era Herbet Colanggo, conocido en su vida de delincuente como 'El rey de las cajas fuertes' por haberse dedicado al robo de bancos durante más de una década pero que tras las rejas había dado vía libra a la que, según ha declarado, ha sido su verdadera pasión desde siempre: la música. para su sorpresa, los agentes localizaron en el interior de la prisión un estudio de música y un plató de televisión desde los que Herbert Colanggo grababa sus canciones que comenzaban a gozar de un éxito relevante en la plataforma de venta iTunes.

"Siempre he soñado con ser un cantante", declaró Colanggo, que en el momento de la operación se encontraba, pese a estar en prisión, en plena promoción de su disco "Kinabukasan" (Futuro, en tagalo). Ese álbum era todo un éxito en Filipinas donde se vendía por 3,99 dólares en iTunes y donde se ofrecía en streaming por Spotify. Su primer álbum titulado "Pano Yon" (¿Cómo podría?) era una sucesión de baladas en que el delincuente se lamentaba por no poder declarar su amor a una mujer.

15.000 DISCOS VENDIDOS

En Youtube hay varios vídeos en que se ve a Colanggo cantando. En la filmación, grabada dentro de la prisión, aparece vestido con una camisa a lo Homer Simpson y acompañado de músicos. En otro vídeo, que acompaña a esta noticia, se le ve en el gimnasio de la cárcel, en una ceremonio improvisada por los presos, recibiendo un simbólico disco de platino por haber vendido 15.000 discos.