Secuestro de los dos japoneses: la historia de una amistad

El periodista Goto fue secuestrado en Siria, a donde fue para intentar rescatar a un joven nipón desequilibrado

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Todo Japón está pendiente de la cuenta atrás. Al Gobierno de Tokio le quedan apenas 24 horas antes de que se cumpla el ultimátum de 72 horas que hace dos días los yihadistas les dieron para pagar 200 millones de dólares si querían evitar la ejecución de dos rehenes japoneses: el periodista Kenji Goto y el empresario Haruna Yukawa. Un secuestro que es la desgraciada consecuencia de una increíble historia de amistad pues Goto fue hecho prisionero en octubre por los yihadistas cuando había viajado a Siria para tratar de localizar a Yukawa, un joven con graves problemas emocionales que había sido secuestrado en verano.

El origen de esa amistad se remonta a principios del año pasado. Yukawa decide cambiar de vida tras perder a su esposa a causa de un cáncer, arruinarse en el 2005 (llegó a dormir en un parque durante meses) y sobrevivir a una tentativa de suicidio que consistió en cortarse los genitales.

Su idea para rehacer su vida pasa por desplazarse a Irak e intentar hacer negocio como contratista militar. Cree que ahí va a descubrirse a sí mismo, según cuenta a sus allegados y escribe en su diario. Para ello, contacta con Goto, un veterano periodista freelance, que le aocmpaña en un primer viaje en abril.

En julio, Yukawa viaja a Siria. En las cercanías de Alepo es secuestrado. Al conocer la noticia, Goto decide desplazarse a Siria para, mediante sus contactos entre los rebeldes, intentar localizarlo y liberarlo.

"NECESITO IR ALLÍ"

"Necesito ir allí al menos una vez y ver a mis traductores y preguntarles. Necesito hablar con ellos cara a cara. Creo que es necesario", explicó Goto en agosto. El pasado 25 de octubre, Goto mandó un mensaje a sus familiares informándoles que había cruzado a Siria. "Pase lo que pase, es mi responsabilidad", comentó antes de desplazarse hasta Raqqa, el principal bastión del Estado Islámico, donde creía que estaba retenido Yukawa.

El periodista se había convertido al cristianismo en 1997. "He vistos cosas horribles y he arriesgado mi vida, pero creo que de alguna manera dios siempre me ha salvado", dijo.