Sarkozy proclama en Moscú que Rusia es un socio "indispensable" para la paz en Siria

El expresidente francés alaba, ante estudiantes rusos, la política de Putin en el país árabe

Sarkozy se dirige a los estudiantes en Moscú.

Sarkozy se dirige a los estudiantes en Moscú.

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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Nicolas Sarkozy, el líder de la derecha francesa, que aspira a ostentar por segunda vez la jefatura del Estado francés tras las elecciones del 2017, se ha convertido, este jueves, en el político europeo de mayor entidad en abogar por la rehabilitación internacional del presidente ruso, Vladímir Putin y por la normalización de relaciones con Moscú. En un discurso ante los estudiantes del MGIMO, el instituto de Relaciones Internacionales de más prestigio del país, Sarkozy ha dedicado palabras laudatorias a la gestión del líder del Kremlin en el conflicto de Siria, y ha calificado a Rusia de socio "indispensable" para alcanzar la paz en Oriente Próximo.

"Hay que escoger el acercamiento y el diálogo; Francia Rusia tienen la necesidad de trabajar juntos", ha proclamado Sarkozy. "En este mundo nuestro, debemos evitar a cualquier precio una nueva Guerra Fría", ha subrayado el mandatario francés, antes de concluir: "aislar a Rusia no tiene ningún sentido". El expresidente francés tenía previsto reunirse durante la tarde con el presidente ruso, Vladímir Putin, en su residencia de Novo Ogarevo, cerca de la capital rusa. 

TRAS LOS PASOS DE MARINE LE PEN

Sarkozy sigue los pasos de otra dirigente política francesa, Marine Le Pen, que desde que comenzó el deterioro de las relaciones entre Moscú y Occidente a raíz de las guerras de Ucrania Siria, sin paragón desde la desintegración de la Unión Soviéticaha estrechado lazos con Rusia, y se ha reunido con políticos de alto nivel de este país.

Estrechando relaciones con dirigentes políticos de derecha con los que comparte cierta afinidad ideológica -nacionalismo y restricciones a la inmigración, entre otros puntos- o incluso personal -muchos observadores ven similitudes entre el carácter de Sarkozy y el de Putin- el Kremlin intenta de esta manera romper el ostracismo internacional al que ha sido condenado por su apoyo a las milicias prorrusas en la guerra del este de Ucrania.