Elecciones departamentales en francia

Sarkozy arrasa a la izquierda y contiene el avance de Le Pen

EVA CANTÓN / PARÍS

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Sin sorpresas, la segunda vuelta de las elecciones departamentales celebradas ayer en Francia consolidó y amplió la victoria que las fuerzas políticas del centro-derecha, capitaneadas por la Unión por un Movimiento Popular (UMP) de Nicolas Sarkozy, lograron hace una semana.  También sin sorpresas se confirmó la debacle socialista y el avance incontestable del ultraderechista Frente Nacional que, no obstante, tendrá difícil gobernar algún departamento.

«La derecha republicana ha ganado las elecciones departamentales. Es incontestable», reconoció el primer ministro, Manuel Valls, minutos después de conocidos los primeros resultados provisionales. Según las estimaciones del Instituto IPSOS, la derecha presidiría entre 64  y 70 de los 101 departamentos que estaban en liza mientras que la izquierda solo conservaría entre 30 y 37, lo que significa que perdería la mitad de los que ahora gobierna.  Entre ellos, el de Corrèze, feudo tradicional de François Hollande, que gira a la derecha, igual que el de Essone, el departamento de Valls o los del ministro de Exteriores, Laurent Fabius,y la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, adalid del ala izquierda del socialismo.

Un sonriente Sarkozy, que compareció en el cuartel general de la UMP vitoreado por los suyos, proclamó que «nunca antes bajo la V República» su familia política había ganado tantos departamentos, incluidos algunos gobernados por la izquierda desde hace décadas. A continuación, dirigió una severa crítica al Ejecutivo: «Jamás una política ha encarnado el fracaso a todos los niveles. La desaprobación del poder es incontestable», agregó.

Los resultados no solo dan oxígeno a la formación conservadora, que arrastra desde la derrota en las presidenciales del 2012 un largo historial de crisis, sino que afianza el liderazgo de Sarkozy, que se sometía por primera vez al veredicto de las urnas desde que llegó a la presidencia de la UMP, en noviembre del 2014.

También allana sus aspiraciones presidenciales. De ahí que el ex presidente se apresurara anoche a anunciar que su formación «acelerará» la redacción de su programa político de cara al 2017 «para poner fin al socialismo más arcaico de Europa», advirtió. «La esperanza renace en Francia. El camino será largo pero la alternancia está en marcha. Nada la detendrá», dijo.

Mientras, Valls, que achacó la severa derrota del PS a la división de la izquierda, se felicitó de haber contenido el avance del Frente Nacional, que sigue siendo, a su juicio, «el principal desafío» del país. Aunque dijo haber «entendido» el mensaje de las urnas, defendió el balance del Ejecutivo y avanzó que el Gobierno redoblará sus esfuerzos teniendo el empleo como prioridad. También anunció una batería de medidas  económicas que el Ejecutivo podrá en marcha antes del verano.

ATAQUE A VALLS / La ultraderechista Marine Le Pen, a pesar de no haber logrado ningún departamento, consideró que, a partir de ahora, está «a la cabeza del único movimiento de oposición del país». Además, reivindicó un aumento de sus resultados  respecto a los anteriores comicios.

Como el resto de los líderes políticos, Le Pen hizo anoche una vehemente lectura de las departamentales en clave nacional. Así, señaló que su formación ha franqueado «una etapa crucial» en el camino hacia el poder, cuyo siguiente asalto serán las elecciones regionales que Francia celebrará a finales de este 2015.

«El veredicto de las urnas es incontestable: el partido socialista ha sido laminado, desaparece del mapa en muchos departamentos», señaló. «No le pido a Manuel Valls que dimita --continuó--, porque sí se puede pedir a los hombres de Estado irse con honor, los politiquillos se aferran a su puesto».

En la sede del Partido Socialista, mientras, se multiplicaban los llamamientos para lograr superar la división de la izquierda. El primer secretario de los socialistas, Jean-Christophe Cambadélis, reclamó aparcar las divergencias y construir una alianza de izquierda con los ecologistas de cara a las próximas elecciones. De hecho, anunció que a partir de mañana se reunirá con los Ecologistas, a los que Hollande intenta volver a incorporar al Gobierno. Además, son persistentes los rumores sobre una remodelación gubernamental. Los comicios tuvieron una abstención del 51%.