Rusia defiende la venta de misiles antiaéreos a Siria e Israel amenaza con represalias

La escalada militar del conflicto en Siria parece haber alcanzado un nivel incontenible. Tras el levantamiento del embargo de armas de la UE a los rebeldes, a partir del próximo agosto, Rusia ha defendido este martes el suministro de misiles antiaéreos S-300 al régimen del presidente Bashar el Asad como un "factor de contención" contra una posible injerencia externa en el país árabe. Israel, por su parte, ha avisado con tomar represalias si se concreta el envío de estos misiles, que considera una amenaza directa a su propia población.

El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, ha afirmado tras la cumbre de ministros de Exteriores de la UE celebrada ayer que la transferencia de misiles a Damasco es "en gran medida un factor de contención para impedir que algunas cabezas calientes den a este conflicto (...) un carácter internacional con participación de fuerzas externas".

El diplomático ha subrayado que los S-300 "son un factor estabilizador", en oposición a las afirmaciones del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que tachó esos misiles de factor desestabilizador, informa Efe. "Hablamos del suministro de armamento defensivo al Gobierno de un país para la defensa de sus infraestructuras y sus tropas", ha dicho.

El número dos de la diplomacia rusa ha subrayado que Moscú comprende la inquietud que la venta de armas a Damasco suscita en muchos de los socios de Rusia. "No tenemos motivos para modificar nuestra postura en ese terreno", ha insistido.

"El suministro de los S-300 a Siria tiene que ver con un contrato suscrito hace varios años. Quiero decir que estos sistemas, por sus propias características, no pueden ser utilizados por grupos armados ilegales en el tipo de lucha que se libra en Siria", ha recalcado Riabkov.

Carácter defensivo

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró hace poco en Varsovia que Moscú está completando la entrega de los misiles S-300 a Damasco y argumentó que dichos sistemas no tienen carácter ofensivo. En cambio, según informó el diario The New York Times, citando a funcionarios estadounidenses, Rusia también ha enviado a Siria una nueva partida de misiles de crucero antibuque del tipo Yajont, equipados con un radar más avanzado.

Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Moshé Yaalón, ha advertido este martes de que su país "sabrá qué hacer" en el caso de que Rusia concrete el envío de baterías de misiles antiaéreos S-300 a Siria. "Los misiles son una amenaza [para Israel] y puedo dar fe de que no se ha acelerado la venta. Esperemos que no se concrete pero si ocurre sabremos qué hacer", ha afirmado durante una visita a una base militar, según la edición digital del diario Yedioth Aharonot.

Bombardeos en territorio sirio

Yaalón no ha entrado en detalles sobre el tipo de actuaciones a las que se refería, pero el Gobierno sirio y fuentes occidentales responsabilizan a Israel de dos bombardeos a principios de mayo, y otro en enero, contra objetivos en territorio sirio. Según medios internacionales, los blancos atacados transportaban armas que iban a ser suministradas por Damasco a la milicia del movimiento libanés pro-iraní Hizbulá, aliado de Asad en una cruenta guerra civil que ya ha causado más de 80.000 muertos y 1,4 millones de refugiados, además de 4,5 millones de desplazados internos.

Los misiles S-300 son un importante escudo antiaéreo con el que Asad cuenta para evitar incursiones aéreas, tanto de Israel como en el caso de que Occidente decidiera intervenir militarmente. Yaalón ha explicado que Rusia, a pesar de sus declaraciones en defensa del acuerdo con Siria, porque aportaría "estabilidad" a la región al impedir una regionalización del conflicto, aún no ha enviado los misiles al Ejército sirio.