POLÉMICA EN LAS FILAS REPUBLICANAS

Romney divulga su declaración del 2011 para intentar limpiar su imagen

Mitt Romney, a bordo del avión en el que viajaba a la ciudad de Las Vegas (Nevada), ayer.

Mitt Romney, a bordo del avión en el que viajaba a la ciudad de Las Vegas (Nevada), ayer.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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La semanahorribilisde Mitt Romney se abrió el lunes con el vídeo donde se le veía despreciando ante acaudalados donantes al 47% de estadounidenses que no paga impuestos sobre la renta diciendo: «Nunca les convenceré de que deben asumir responsabilidades personales y hacerse cargo de sus vidas». Ayer, los impuestos volvieron a cobrar importancia para el republicano, pero esta vez con un mensaje con el que intenta desmentir la imagen de rico, poco transparente y elitista que los demócratas han logrado que cale.

Romney hizo pública su declaración de la renta del 2011, como había prometido que haría antes de las elecciones del 6 de noviembre, ya a solo 46 días de su celebración. Hizo público también un sumario de sus pagos a Hacienda entre 1990 y el 2009 para intentar acallar los rumores de que evadió impuestos, rumores que ha ayudado a propagar el líder demócrata en el Senado, Harry Reid. Y aunque su campaña dio inmediatamente pasos para enterrar la cuestión -John McCain ha declarado que había «llegado el momento de volver a discutir los temas que importan a los votantes»-, es dudoso que los datos revelados, sumados a la declaración del 2010 que ya reveló en enero, vaya a cerrar el debate.

MENOS QUE LA CLASE MEDIA / Los datos sobre su última declaración de impuestos colgados en la web de su campaña siguen demostrando que Romney forma parte de la clase más adinerada de EEUU. En el 2011, él y su esposa ingresaron algo más de 10,5 millones de euros. Dado que la mayoría de ese dinero proviene de inversiones, tasadas como renta de capital y por lo tanto con un tipo menor que los ingresos ordinarios o la renta por trabajo, pagaron al erario público cerca de 1,5 millones de euros, o el 14,13%, muy por debajo del porcentaje que paga la mayoría.

Otro factor que permite augurar que la tormenta no amainará es que Romney, presionado desde la oposición por no hacer públicos más años de impuestos -rompiendo una tradición que su propio padre empezó en 1968 cuando dio a conocer las declaraciones de impuestos de 12 años-, presentó ayer el resumen de sus pagos entre 1990 y el 2009 pero no las declaraciones de esos años. Se asegura que nunca pagó menos de un 13,66% y que abonó de media el 20,20%, pero la información es sesgada y mantiene interrogantes.

A solo 13 días del primer debate televisado ante Barack Obama, que se considera como una de sus últimas oportunidades de dar un vuelco a la carrera, Romney intenta quitarse lastre. Está por ver si lo logra.