Los alcaldes de Río de Janeiro y Sao Paulo ceden y reducen las tarifas de autobús

Los indignados celebran la "conquista" pero mantienen la manifestación prevista para esta tarde

EDU SOTOS / Río de Janeiro

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Si a estas alturas todavía había alguien que dudase de la utilidad de las protestasque desde el pasado día 13 sacuden día y noche las principales ciudades de Brasil, sus dudas se han disipado esta pasada noche cuando los alcaldes de Sao Paulo y Río de Janeiro han anunciado la vuelta a las tarifas anteriores a la subida. El alcalde paulista, Fernando Haddad, ha sido el primero en anunciar la medida desde el Palacio de Bandeirantes, sede del Gobierno regional, a primera hora de la noche tras reunirse con el gobernador del estado, Geraldo Alckmin. Este último ha querido remarcar que la reducción de las tarifas supondrá un sacrificio para las arcas públicas pero que así se demuestra la buena disposición de la ciudad a negociar con los manifestantes.

No hay que olvidar que, en la jornada del miércoles y mientras el gobernador y el alcalde se encontraban reunidos, se volvieron a producir manifestaciones que cortaron las principales vias de entrada a la ciudad. "Vamos a revocar el reajuste volviendo a la tarifa anterior. Será un sacrificio grande, tendremos que cortar el gasto ya que las empresas autobuses no pueden cargar con el coste. Apretándonos el cinturón reduciremos los gastos pero entiendo que es importante", ha insistido Alckmin. De esta manera el billete de autobús en Sao Paulo volverá a costar 3 reales (1,01 euros) desde el inicio de la semana próxima.

Escoger prioridades

Por su parte el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, que el martes fue muy criticado por no comparecer ante los medios el día después de que 100.000 personas saliesen a la calle, se ha sumado a última hora de la noche a la reducción de tarifas. "En respeto a la sociedad civil, que se manifestó pacíficamente en nuestra ciudad, el ayuntamiento adoptará las medidas necesarias y anuncia que la tarifa de los trasportes municipales retornará a los 2,75 reales (0,94 euros)", ha anunciado en una nota de prensa.

La decisión, que será doptada oficialmente en la mañana de este jueves, supondrá según Paes unas pérdidas de 67 millones de euros anuales en la recaudación del consistorio. "El impacto tendrá que ser asumido por el poder público, lo que significa que tendremos que escoger nuestras prioridades", ha destacado Paes que ha aprovechado para justificar los motivos del aumento de las tarifas decidido hace dos semanas. "Solo hay que ver el coste de los servicios de las empresas de transporte que es una información pública. Aumentó el combustible y la mano de obra, no hicimos el aumento porque queríamos", ha subrayado el alcalde.

La manifestación se mantiene

A pesar de haber cedido a las demandas de los protestantes ni el alcalde, Eduardo Paes, ni el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, han conseguido parar la convocatoria del Movimento Passe Livre (MPL) para una nueva manifestación pacífica que intentará esta tarde llevar un millón de personas a las calles del centro de la ciudad.

Uno de los líderes del MPL, Caio Martins, se ha pronunciado al respecto afirmando que la reducción de las tarifas "fue una conquista popular" y que la manifestación de hoy será "una gran fiesta". La protesta coincidirá con el partido que la selección española disputará a las cuatro de la tarde (nueve de la noche en España) contra Tahití en su segundo partido de la Copa Confederaciones. Sin embargo, y a diferencia de lo que aconteció el miércoles en las inmediaciones del estadio Castelao de Fortaleza, donde 15.000 manifestantes intentaron evitar la celebración del partido Brasil-México, no se espera que la manifestación cause trastornos al partido que se disputará en el mítico estadio del Maracaná.