La cruzada tecnológica de la baronesa

La vida ha deparado grandes sorpresas y alguna mala pasada a Martha Lane-Fox. El mes de marzo, esta rubia de aspecto engañosamente frágil hizo historia cuando se convirtió en la mujer más joven en la Cámara de los Lores británica.

La baronesa Lane-Fox de Soho (el guion es obligatorio, según las normas establecidas) eligió el título que pensaba adoptar, con humor muy inglés, porque el Soho londinense no es precisamente un barrio honorable.

Con solo 40 años, la mujer que defiende la tecnología en la red como arma para erradicar la desigualdad social tiene 27 menos que la media de edad de los 733 pares actuales. Esa precocidad no es, en su caso, nada nuevo.

Una visionaria

Martha contaba apenas 25 años cuando, recién salida de la Universidad de Oxford, fundó con un colega, Brent Hoberman, Lastminute.com, el portal de venta en internet de vuelos baratos y descuentos en hoteles. Eran tiempos 'prehistóricos', en los que no existían Expedia, Amazon, Google o Facebook. Aquella aventura en manos de dos novatos, sin ninguna experiencia empresarial, tenía pocos visos de poder triunfar. Los pronósticos agoreros fallaron y, siete años más tarde, los jóvenes pioneros vendían la compañía por 577 millones de libras (690 millones de euros), antes de que llegara el 'crash' en el mercado dotcom. A Martha le correspondieron 13 millones.

Rica, envidiada, llena de ideas, proyectos y de ofertas estimulantes, su buena suerte se truncó de golpe en una carretera de Marruecos, donde pasaba las vacaciones con unos amigos. El 4x4 en el que viajaban se estrelló contra un árbol. Ella llevó la peor parte en el accidente. Con la pelvis destrozada y 28 huesos rotos, sufrió una embolia. Los médicos creyeron que no sobreviviría.

30 operaciones

Lo consiguió después de pasar un año en el hospital. Desde entonces ha superado casi 30 operaciones, las dos últimas este año. Para caminar necesita un bastón y hay días en los que el dolor le obliga a quedarse en casa. Todo eso no le impide dar conferencias a la crema de los empresarios británicos, asesorar empresas de alto nivel y desarrollar una actividad laboral y humanitaria incansable.

Adicta a Twitter, con más de 50.000 seguidores, en el año 2009 David Cameron la nombró al frente de una comisión para mejorar la estrategia digital en el país y el acceso a internet, de los 11 millones de británicos, que nunca se habían conectado a la red. De ellos, el 18% eran jóvenes entre 15 y 24 años. "Es como ser analfabeto. Es algo básico y algo que tenemos que eliminar", ha comentado Martha. Cuando habla de su entusiasmo por internet, ella misma pone como ejemplo las limitaciones que sufre a consecuencia de las secuelas del accidente. "He sentido el efecto de la tecnología a un nivel muy personal. Para mí significa poder hacer la compra. Tener comida. Y en los días en que no puedo salir de la cama, poder seguir mandando regalos a mis amigos". 

Internet, es también, según la misión que se ha propuesto, una herramienta para limar desigualdades sociales. Hija de un historiador de renombre mundial y de una madre emparentada con la nobleza, siempre pensó que debía aportar su contribución a la sociedad, como pago a la educación privilegiada que había recibido. Defensora de la reforma de un sistema carcelario costoso e ineficaz, apoya a la organización Reprive de derechos humanos, que actualmente representa a varios prisioneros de la cárcel de Guantánamo. También ha creado su propia fundación, Antigone, para combatir la discriminación en el acceso a la educación, la ley, o la sanidad. Apasionada, incansable, con voz propia, la baronesa Lane-Fox de Soho rompe con tópicos y moldes.