CARRERA AL ELÍSEO

Hamon será el candidato socialista al Elíseo tras vencer claramente a Valls

Benoit Hamon.

Benoit Hamon. / periodico

EVA CANTÓN / PARÍS

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Los votantes de izquierda han pasado la página del mandato de François Hollande y han ajustado cuentas con el ala derecha del socialismo francés. En las primarias celebradas este domingo le han dado una clara victoria al exministro de Educación Benoît Hamon, representante del sector crítico del partido, que será ahora su candidato en las elecciones presidenciales de esta primavera tras derrotar a Manuel Valls.

El exprimer ministro, que entró en la carrera al Elíseo el pasado diciembre cuando el presidente renunció a optar a la reelección, ha perdido su apuesta frente a un rival que no partía como favorito pero ha ido ganando terreno con un discurso rupturista y utópico. Según los primeros resultados, Hamon logró el 58,65% de los votos y Valls el 41,35% en una jornada en la que la movilización fue mayor que durante la primera vuelta celebrada hace una semana y a las 17.00 horas la participación era un 23% superior.

Poco después de conocer el veredicto de las urnas, Valls admitió su derrota y deseo buena suerte a Hamon en la tarea que ahora tendrá por delante para unir al maltrecho campo socialista.

“Seguiré siendo ese militante infatigable de una izquierda que, sin sectarismo, sabe afrontar los grandes desafíos de nuestro tiempo”, aseguró Valls, alertando del “germen de la descomposición” que acecha a toda la clase política. El exprimer ministro se une esta noche a la lista formada por Nicolas Sarkozy y Alain Juppé, derrotados en las urnas por su propia familia política.

MIRADA AL FUTURO

Antes de que Valls finalizara su discurso, Hamon tomó la palabra en su cuartel general de campaña ante miles de seguidores que estallaron en gritos de júbilo. “Esta noche la izquierda levanta la cabeza, mira hacia el futuro y puede ganar”, les dijo.

Unas palabras que contradicen los sondeos que relegan al candidato socialista a un cuarto o quinto puesto en la primera vuelta de las presidenciales. Hoy se disputarían pasar a la segunda vuelta la ultraderechista Marine Le Pen, el candidato conservador, François Fillon, y el exministro ‘estrella’ de Hollande, Emmanuel Macron, que concurre en solitario y con el viento a favor. Muchos miembros del Ejecutivo, decepcionados con la victoria del ‘rebelde’ Hamon, podrían terminar votando en masa al antiguo protegido del presidente.

Las primarias han escenificado una guerra entre dos izquierdas –la realista frente a la utopista, la reformista frente a la rupturista- que el propio Valls ha calificado muchas veces de “irreconciliables” y que Hamon tendrá que intentar reconciliar a partir de este lunes. El vencedor de las primarias se ha comprometido a hablar con el líder de Francia Insumisa, el izquierdista Jean Luc Melénchon, y con el ecologista Yanick Yadot “para construir una mayoría gubernamental coherente y duradera”.

Hamon se lanzó a la carrera por el Eliseo en agosto del 2016 con un programa que gira en torno a la propuesta de una renta básica universal de 600 euros como eje de un nuevo pilar de protección social. Su tesis es que el actual modelo productivo y de consumo está agotado, que el trabajo será en el futuro un bien escaso y que hay que prepararse para repartirlo. Otro eje fundamental de su programa político es la ecología.

MANDATO DECEPCIONANTE

Pero más allá de la elección de su candidato a las presidenciales, lo que se juega a partir de ahora es también el futuro del Partido Socialista, debilitado por un mandato decepcionante para los electores que le dieron la victoria a Hollande en el 2012. El país sufre un paro endémico, vive bajo el estado de emergencia y la amenaza del terrorismo, foco de enormes tensiones sociales.

La reforma laboral, muy contestada en la calle y aprobada en el Parlamento por decreto, o el debate sobre la retirada de la nacionalidad a los condenados por terrorismo, han erosionado la popularidad del presidente y de su primer ministro. Es esa izquierda gubernamental la que este domingo ha sido sancionada.

Los votantes de Hamon son conscientes de que su candidato tiene difícil ganar en las presidenciales, pero al optar por el exministro de Educación han querido dar un giro al partido socialista y situar en el corazón de la campaña electoral temas hasta ahora ausentes. Era también el objetivo de Hamon, colocar los temas sociales en el centro del debate y alejarse del de la identidad nacional. “Me dicen que soy utópico, pero yo no lo creo. He mamado como Manuel Valls de las utopías concretas de Michel Rocard”, decía hace poco.