PROTESTA EN ITALIA

Renzi: «Ya no hay un empleo de por vida»

El primer ministro se muestra combativo contra los sindicatos tras la manifestación del sábado en Roma contra la reforma laboral

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, en Florencia, ayer

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, en Florencia, ayer

EFE / ROMA

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El primer ministro italianoMatteo Renzi, advirtió ayer que «ya no hay un empleo de por vida», al día siguiente de una masiva manifestación en Roma organizada por el sindicato mayoritario CGIL contra la reforma laboral de su Gobierno.

«Ante un mundo que cambia a semejante velocidad, se puede hablar cuanto se quiera, pero ya no hay un empleo de por vida», exclamó el primer ministro ante una reunión de simpatizantes de su formación, el Partido Demócrata (PD).

Renzi aludió a uno de los principales elementos del rechazo de quienes se oponen a su reforma laboral, el que facilita el libre despido al revisar el artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, y recordó que aquella norma no fue votada por la izquierda. «En el 2014, aferrarse a una norma de 1970 es como tomar un iphone y preguntar: '¿Dónde le meto las monedas?», dijo gráficamente Renzi en Florencia.

En otro de los mensajes dirigidos a los miles de italianos que se manifestaron el sábado en Roma contra su reforma laboral, el primer ministro afirmó que «será bueno saber si es más de izquierdas quedarse aferrado a la nostalgia o intentar cambiar el futuro».

«Estamos haciendo las reformas, no porque estuviéramos obligados, sino porque hay una guerra que pelear», agregó. Y se mostró opuesto a quienes, dijo, no creen que Italia sea capaz de superar la crisis, a quienes comparó con esos jubilados que pasan su tiempo libre mirando a los que trabajan en las obras «y sacuden la cabeza». Esa actitud, dijo, «es una postura típica de una parte de la clase intelectual que existe en Italia, que además se va a ofender mucho con esa comparación con las obras. Quiero pedirles perdón a los jubilados», añadió sonriendo.

Las declaraciones se hicieron después de la amenaza de huelga general de la CGIL. Varios miembros del PD que no comparten algunas reformas de Renzi acudieron a la manifestación de Roma.