CUMBRE EN BRUSELAS

El Reino Unido suspende el primer examen del 'brexit'

Theresa May y la responsable de política exterior de la UE, Federica Mogherini, se saludan en la cumbre de Bruselas

Theresa May y la responsable de política exterior de la UE, Federica Mogherini, se saludan en la cumbre de Bruselas / periodico

Silvia Martinez

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El discurso de Theresa May en Florencia fue un punto de inflexión que ha permitido insuflar aire nuevo a las negociaciones del 'brexit', pero no tanto como para que los Veintisiete den su brazo a torcer. No hay “progresos suficientes” en los tres asuntos clave de la primera fase del divorcio –derechos de los ciudadanos, frontera con Irlanda y factura de salida– y los líderes de la Unión Europea (UE) constatarán este viernes que no es posible empezar a hablar ni de la futura relación comercial ni del acuerdo transitorio que pide Londres.

“Desbloqueó las conversaciones. Hasta entonces muchos colegas temían que nos dirigíamos a un escenario de no acuerdo. Pero desde entonces la sensación es de que negociamos de buena fe y de que el acuerdo es posible”, asegura un alto cargo europeo sobre el cambio de tono que han percibido en las últimas semanas. “Ha habido progresos, pero no los suficientes”, insiste. El resultado es que este viernes la primera ministra británica recibirá malas noticias durante la reunión de líderes a 27.

El guiño de May de última hora, prometiendo facilitar la estancia de los tres millones de ciudadanos comunitarios que ya residen en el país, no servirá para evitar lo inevitable: el suspenso en este primer examen del 'brexit'. “No puedo ser más clara: los ciudadanos de la UE que hoy residen legalmente en el Reino Unido podrán quedarse”, ha explicado en la carta remitida el mismo día en que se ha desplazado a Bruselas para contar a los Veintisiete su reflexión sobre las negociaciones. “A lo largo de este proceso he dejado claro que los derechos de los ciudadanos son mi principal prioridad y sé que los demás dirigentes (europeos) tienen el mismo objetivo”, ha añadido.

Unidad entre los 27

El mismo objetivo sí, pero no el único, le han recordado varios de sus colegas. “Para nosotros es muy importante que las tres cuestiones se resuelvan al mismo tiempo y no es el caso. Espero que podamos decidir sobre la segunda fase en diciembre, pero hoy no estamos en disposición de ello”, ha dicho el primer ministro finlandés, Juha Sippilä, a su llegada al Consejo Europeo, frustrado con los escasos avances.

Y lo mismo el holandés Mark Rutte, quien, al igual que el irlandés Leo Varadkar, ha instado a May a ser más clara en sus compromisos. “Le telefoneé la pasada semana e intenté animarla a que lo hiciera, pero hasta ahora no lo ha hecho”, ha lamentado, admitiendo que el principal problema se llama dinero. “Los derechos de los ciudadanos y los controles fronterizos son cuestiones difíciles” pero “la factura de salida será el principal punto”, ha asegurado. Ese es, según el negociador jefe de la UE, Michel Barnierel gran escollo.

La 'premier' británica dijo en Florencia que se respetarían los compromisos financieros asumidos por el Reino Unido y se mostró dispuesta a pagar 20.000 millones. Desde entonces no ha dado nuevas indicaciones. Y la cifra está a años luz de las estimaciones de Bruselas, que ha fijado la factura entre 60.000 y 100.000 millones.

Fechas en rojo

El 19 y el 20 de octubre estaban marcados en rojo en el calendario de las negociaciones como fechas clave para cerrar un pacto sobre los tres grandes elementos de la separación. El artículo 50 del Tratado de Lisboa establece que hay dos años para negociar el acuerdo de salida -desde la activación del procedimiento-, lo que significa que el 29 de marzo del 2019 el Reino Unido se convertirá en un tercer país haya acuerdo o no.

La nueva reválida ahora será en la cumbre de diciembre. Los Veintisiete confían en lograr para entonces avances y en señal de buena voluntad ofrecerán un pequeño gesto a Londres. Si no hay cambios de última hora, encargarán a Barnier y a los ministros de asuntos europeos que empiecen a preparar internamente las discusiones para un eventual acuerdo transitorio.

Menos dinero para Turquía y más para África

<span style="font-size: 1.6rem;">No hay unanimidad entre los Veintiocho para congelar las <strong>negociaciones de adhesión con Turquía,</strong> pero el asunto se ha vuelto a colar en la agenda de la mano de la cancillera alemana, <strong>Angela Merkel</strong>, quien ha instado a sus aliados a reducir “los fondos de preadhesión”. Menos dinero para Turquía pero <strong>más para África</strong>. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha afeado durante la cumbre la <strong>escasa implicación de los Veintiocho </strong>con el continente. El año pasado se comprometieron a crear un f<strong>ondo fiduciario para África</strong> con 2.900 millones pero hasta ahora solo han aportado 175 millones, 3 de ellos España. “Es claramente insuficiente y si queremos estar lo más presentes posible en el norte de África necesitamos aumentar los medios financieros”, ha reclamado.</span>