Recuento de votos en EEUU: ¿Qué sabemos hasta ahora?

¿Pone en peligro la victoria de Trump? ¿Qué estados están en juego? ¿Cómo fue el fraude electoral?

Pupitres de votación en la ciudad de Saint Charles, en Misuri.

Pupitres de votación en la ciudad de Saint Charles, en Misuri.

ANTONIO BAQUERO / BARCELONA

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La iniciativa del Partido Verde de intentar que se recuenten los votos en tres estados de EEUU -Wisconsin, Pensilvania y Michigan- por las sospechas de manipulación ha abierto un escenario lleno de interrogantes. Por el momento, ni el Partido Demócrata ni la propia Hillary Clinton apoyan con contundencia una iniciativa que pone en cuestión la victoria de Donald Trump, que ha respondido denunciando millones de votos fraudulentos a favor de su rival.

¿POR QUÉ HAY QUE HACER UN RECUENTO?

En EEUU, tres cuartas partes de los votantes ejercen su derecho marcando a su candidato favorito en una papeleta que luego se lee con un escáner óptico. Sin embargo, varios estados han eliminado ese sistema y lo han reemplazado por unas máquinas donde los votantes marcan a su candidato en una pantalla táctil. Ese método cuenta con detractores, que alertan que de esos votos electrónicos no queda registro en papel y que las máquinas pueden ser pirateadas. Esos son los votos que están en cuestión.

Un grupo de expertos informáticos y de abogados especialistas en derecho electoral han reclamado un recuento de votos en los estados de Wisconsin, Pensilvania y Michigan. Entre esos expertos están el abogado John Bonifaz y J. Alex Halderman, director del Center for Computer Security and Society de la Universidad de Michigan. Los expertos justifican su petición de recuento señalando que han encontrado un patrón que puede indicar un pirateo informático de los aparatos de cómputo de votos. Así, señalan que en los distritos donde se votaba en esas máquinas de voto táctil, Clinton obtuvo un 7% menos de votos que en aquellos en que se empleaban papeletas. No obstante, solo disponen de ese patrón y no de pruebas que acrediten el pirateo.

Según ese patrón, en Wisconsin, Clinton podía haberse visto privada de 30.000 votos. Teniendo en cuenta que perdió ese estado por 27.000 votos, los expertos consideran que, de ser real, esa manipulación fue clave.

¿QUÉ ESTADOS ESTÁN EN ENTREDICHO?

La campaña para el recuento de votos afecta a Wisconsin, Michigan y Pensilvania, tres estados en los que Trump se impuso por una pequeña ventaja. Así, el magnate ganó en Wisconsin por 27.257 votos (solo un 0,7% de ventaja), en Pensilvania por 70.010 (un 1,2%) y en Michiganpor solo 10.704 votos (un 0,3%). 

¿PUEDE ESTAR EN PELIGRO LA VICTORIA DE TRUMP?

Sobre el papel, ese recuento puede poner en peligro la victoria de Trump. Quien gana en Michigan se lleva 10 electores; en Pensilvania, 20; y en Wisconsin, 16. En total, esos tres estados generan 46 electores.

Si se hiciera el recuento en esos tres estados y en los tres resultara ganadora Clinton, el resultado final de la elecciones cambiaría totalmente. Así, Trump, que ha obtenido 306 votos electores, se quedaría con 260 y no tendría la mayoría necesaria para ser presidente. En cambio, Clinton pasaría de los 232 a los 278 y sería la ganadora.

Otro posibilidad es que el recuento no esté acabado para el 19 de diciembre -y es bastante probable que si se autoriza no dé tiempo a hacerlo-, que es cuando se reúne el Colegio Electoral. La ley federal establece que, en caso de que se haya ordenado un recuento en un estado y no esté terminado, ese estado no puede designar electores, con lo que Trump podría quedarse sin esos 46 electores y ni él ni Clinton habrían ganado las elecciones, ya que ninguno llegaría a la cifra de 270.

¿ES POSIBLE UN VUELCO EN LOS RESULTADOS?

Parece poco probable que el recuento se lleve a cabo en los tres estados. De hecho, ni siquiera está claro de que se acabe realizando en Wisconsin, el único donde se ha solicitado formalmente. Desde la Casa Blanca se ha asegurado que no hay indicios de que el proceso de voto haya sido manipulado en ningún estado.

Además, ni el Partido Demócrata ni tan siquiera el equipo de campaña de Clinton, aunque a última hora se ha sumado a la iniciativa en Wisconsin, dan señales de estar a favor de esa iniciativa. La razón es que consideran que cuestionar el resultado electoral puede dañar gravemente la credibilidad del sistema electoral en EEUU. No quieren que se les acuse de actuar como Trump, que antes de las elecciones no dejó claro si aceptaría su derrota. Además, Clinton ya ha reconocido su derrota públicamente.

¿EN QUÉ FASE ESTÁ EL PROCESO?

El Partido Verde, que lidera la campaña para el recuento de votos, ha logrado los fondos para costearlo en Wisconsin. La petición formal de recuento llegó apenas hora y media antes de que acabara el plazo, pero fue admitida. Ahora, la autoridad electoral de ese estado ha de anunciar si acepta o no que se vuelvan a contar los votos. Además, Trump tiene siete días para recurrir esa solicitud de recuento. Si finalmente se acepta, se habrá de realizar el recuento manual de tres millones de papeletas y el resultado definitivo habrá de anunciarse antes del 13 de diciembre.

En Michigan, el plazo para solicitar el recuento acaba el 30 de noviembre. En Pensilvania, el plazo ya ha pasado, aunque se puede recurrir a los tribunales para hacerlo.

Y en caso de que finalmente se emprendan los recuentos, habrá que plantearse cómo volver a contar unos votos de los que no hay huella en papel y que están en máquinas presuntamente pirateadas. En el caso de Pensilvania, prácticamente el 100%.