POLÉMICA EN ITALIA

Rebelión en el Valle de Aosta

La región autónoma italiana planta cara al Gobierno y no acepta más inmigrantes que esperan asilo

Acogida 8 Dos inmigrantes en Aosta el 14 de mayo.

Acogida 8 Dos inmigrantes en Aosta el 14 de mayo.

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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«No acogeremos a inmigrantes y no se trata de una actitud ideológica sino de que no podemos asegurar una acogida temporal sostenible y digna ». Augusto Rollandin, presidente en funciones de la región autónoma con estatuto especial del Valle deAosta, en la frontera con Francia, se niega a aceptar, como pide el Ministerio del Interior, a otros 79 inmigrantes que están a la espera de obtener el estatus de refugiado político porque proceden de países en guerra. Una negativa parecida han presentado las regiones de Lombardía (Milán) y Veneto (Venecia), ambas presididas por líderes de la xenófoba Liga del Norte.

El Valle de Aosta, que cuenta con 74 municipios con un total de 128.000 habitantes, hospeda a 62 inmigrantes nigerianos y malienses aspirantes a refugiados, que ocupan los 62 puestos de acogida de que dispone. Sin embargo, el Gobierno debe repartir por la península a los peticionarios de unas 40.000 solicitudes de asilo acumuladas, de las 64.000 presentadas en 2014.

La petición de Maroni

Así Angelino Alfano, ministro del Interior, solicitó el pasado mes a los delegados del Gobierno 6.500 puestos más, a los que en mayo añadió otros 9.000. «Aquí ya hemos colaborado, no hay un puesto para nadie más», ha replicado Roberto Maroni, de la Liga del Norte, exministro de Interior y actual presidente autonómico de Lombardía, que ya ha acogido a 5.000 solicitantes de asilo. En ámbito nacional solo 500 municipios sobre 8.000 colaboran con las instituciones que criban las peticiones.

Mario Morcone, jefe del departamento de Interior para la cooperación internacional e integración, ha mostrado su perplejidad frente a la negativa del Valle de Aosta, aduciendo que se trataba «de acoger a 79 personas en 74 municipios, es decir a una persona por pueblo y a tres por la capital Aosta». «No queremos imponer la acogida de inmigrantes, sino compartirla con los alcaldes, pero no es esta la manera de afrontar los problemas», añadió Morcone.