Reabierta la investigación por el peor atentado del IRA en suelo británico

El pub Tavern fue uno de los dos escenarios del atentado del IRA en Birmingham en 1974.

El pub Tavern fue uno de los dos escenarios del atentado del IRA en Birmingham en 1974. / periodico

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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La justicia británica ha decidido reabrir el caso del atentado de Birmingham, el más sangriento de los cometidos por el Ejercito Repúblicano Irlandés (IRA), en suelo británico. La investigación judicial tratará de esclarecer las circunstancias que rodearon el estallido de dos bombas en sendos pubs de esa localidad británica, el 21 de noviembre de 1974, causando la muerte de 21 personas e hiriendo a 182, muchas de las cuales quedaron mutiladas. 

Las nuevas indagaciones tratarán de establecer, si como sugieren algunas pruebas, la policía hizo caso omiso de los avisos previos a las explosiones en el pub Mulberry Bush y en el Tavern, que por ser jueves, el día en que entonces se recibía la paga, estaban abarrotados. Una tercera bomba, colocada a las puertas de un banco en la ciudad, no llegó a estallar. Las explosiones coordinadas fueron atribuidas a la banda republicana, que nunca las reivindicó.

La juez forense Louise Hunt, a cargo de las diligencias, considera que existen nuevos datos e informaciones, sugiriendo que la policía de las West Midlands ignoró dos avisos días antes de los atentados. Uno de ellos fue un comentario de una persona vinculada al IRA, diciendo que “Birmingham iba a ser atacada la próxima semana”. “Hay pruebas de aún no se han examinado”, señaló Hunt. “Me preocupa seriamente el que la policía pudo ser avisada con antelación sobre las bombas y no tomó las medidas necesarias para salvar vidas”.  La magistrada ha rechazado sin embargo la posibilidad de que la policía protegiera a un informante del IRA.

PRESIÓN POPULAR

Tras los atentados, los investigadores estuvieron bajo una gran presión por el furor de la opinión pública que pedía la detención de los culpables. Las autoridades aprobaron medidas antiterroristas que dieron a la policía nuevos poderes para retener a sospechosos, sin cargo alguno, durante siete días.

Todo ello contribuyó a que el caso se convirtiera en uno de los errores judiciales más notorios en la historia reciente del Reino Unido. Seis irlandeses fueron condenados a cadena perpetua por los ataques y pasaron 16 años en la cárcel, antes que se reconociera su inocencia y fueran puestos en libertad en 1991, tras ser revocada la sentencia. Las fuerzas de seguridad inventaron pruebas para inculpar los sospechosos, conocidos como "los seis de Birmingham”.

GRAVE ERROR JUDICIAL

Uno de aquellos inocentes encarceladosPaul Hill, trabaja ahora estrechamente con el grupo de familiares de las víctimas, que llevan décadas luchando por saber exactamente lo ocurrido. Hill celebra la decisión de abrir una investigación, pero considera “improbable” que emerja toda la verdad. “La policía de Birmingham no conoce el significado de la palabra verdad. Está corrompida”, ha declarado. Julie Hambleton que perdió a su hermana Maxine de 18 años en una de las explosiones, solo quiere “que se sepa la verdad, se haga justicia y se asuman las responsabilidades”.

El jefe de la policía regionalDave Thompson, ha prometido ahora, 42 años después de aquellos sucesos, toda la ayuda de sus fuerzas en la investigación. “Los atentados en los pubs de Birmingham constituyen uno de los ataques terroristas más graves en el Reino Unido. La policía de las West Midlands no solo fracasó a la hora de detener a los responsables, sino que además provocó un error judicial”, señaló  en un comunicado.

Los responsables de los atentados nunca han sido identificados o detenidos. Uno de los que entonces era jefe del espionaje del IRAKieran Conway,  militante paramilitar, reconvertido ahora en abogado penal, está dispuesto a viajar a Inglaterra para participar en la investigación, siempre y  cuando se garantice que no será detenido por su pasado como paramilitar  republicano. De no ser así,  estaría dispuesto a ofrecer su testimonio a los investigadores, a través de vídeo conferencia desde la República de Irlanda donde reside.