entrevista con la Activista palestina

Rafeef Ziadah: "El boicot busca sacudir a la sociedad israelí"

Rafeef Ziadah, el pasado jueves en Barcelona.

Rafeef Ziadah, el pasado jueves en Barcelona.

MONTSERRAT RADIGALES
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tercera generación de refugiados palestinos, Rafeef Ziadah, de 34 años, nació en Beirut. La familia -los abuelos eran de Haifa y de un pueblo cerca de Jaffa- se trasladó a Túnez en 1982 tras la invasión israelí del Líbano. Rafeef se doctoró en Ciencia Política en la Universidad de York, en Toronto (Canadá). Tiene nacionalidad canadiense y desde el 2011 vive en Londres. Trabaja en la oenegé británica War on Want y es una de las responsables de la campaña BDS (Boicot, Desinversiones, Sanciones) que propugna el boicot contra Israel. Es conocida como poeta. Su «poesía hablada» -hace representaciones y videos- es parte de su activismo. «Como palestinos es muy difícil separar el arte de la política, porque todo en nuestra vida es política», dice. Esta semana ha estado en Barcelona.

- La campaña de boicot ha tenido algunos éxitos notables. ¿Qué pretenden conseguir?

- El objetivo de la campaña es presionar al Estado de Israel para que cambie su política hacia el pueblo palestino y ponga fin a su sistema de colonialismo, ocupación y apartheid. El movimiento BDS tiene tres demandas: el fin de la ocupación y el desmantelamiento del 'muro del apartheid', la igualdad para los palestinos que son ciudadanos de Israel, y el retorno de los refugiados palestinos.

- ¿Y qué efecto cree que tiene en el Gobierno o en la sociedad israelí?

- El objetivo es sacudir a la sociedad israelí, hacer que se dé cuenta de que la forma en que viven, oprimiendo a otra nación, es inaceptable. Internamente, el cambio no viene de la sociedad israelí, así que el objetivo de la campaña es presionar a Israel en el ámbito internacional. Mostrarles que la gente de conciencia en Europa, América, o África no continuará tratando a Israel como un Estado normal mientras se comporte como si estuviera por encima de la ley.

- Hay muchas personas, incluidos algunos israelís opuestos a la ocupación, que boicotean los asentamientos pero que consideran que el boicot a todo Israel es contraproducente. ¿Ustedes no distinguen?

- La política de asentamientos es parte de la política del Gobierno israelí. No hay separación, porque Israel controla todo el territorio desde el Mediterráneo hasta el Jordán. Por supuesto que el boicot a los productos de los asentamientos y las nuevas directrices de la Unión Europea son un paso en la buena dirección, pero el fin es acabar con la ocupación.

- Hay quien considera que el boicot académico castiga a los sectores más liberales de la sociedad israelí.

- No es un boicot contra académicos israelís individualmente sino contra las instituciones. De las universidades israelís salen los arquitectos que diseñan los asentamientos y el muro, o los equipos militares que se usan en los territorios ocupados.

- Algunos piensan que para algunos activistas del BDS el problema no es solo la ocupación sino la existencia de Israel. ¿Usted acepta la llamada solución de los dos estados?

- Yo defiendo las tres demandas de la campaña BDS, tanto si es un Estado, o dos, o un billón de estados.

- No me ha contestado. Si hubiera un acuerdo para un Estado palestino al lado de Israel, ¿lo aceptaría?

- ¿Podría yo volver a este Estado que se llama Israel? Esta es la cuestión. No soy yo quien define a Israel en términos de exclusividad étnica. Yo solo aceptaría un acuerdo si incluye el derecho al retorno.

- Cree que con su política el Gobierno de Netanyahu favorece involuntariamente a la campaña BDS?

- El Gobierno israelí es su propio peor enemigo porque se comporta como un Estado paria. Y como más lo haga, más gente se sumará a la campaña de boicot.