¿Qué piensan los diputados catalanes de las elecciones en Grecia?

La opción de Syriza seduce a la izquierda e incluso a algún parlamentario de Convergència

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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“Quiero que gane Syriza, más que nada para ver qué pasa”. La confesión, anónima, no es de ningún diputado de ICV o ERC, ni tan solo del PSC. Proviene de las filas de CDC. Es solo una de las muchas sorpresas que dan los diputados catalanes de todos los grupos preguntados sobre su preferencias ante las elecciones griegas de este 2015.

Ni toda CiU defiende la opción conservadora de Samarás, ni toda la izquierda está con Syriza. Y en el PSC, salvo excepciones, no hay reparo en apoyar la apuesta de cambio que encabeza Alexis Tsipras. Los diputados del PP mayoritariamente sí apoyan a Nueva Democracia, pero uno de ellos sonríe y contesta: “Lo que quieran los griegos”.

Casi lo mismo que contestó el líder del PSOE Pedro Sánchez cuando un militante del Baix Llobregat le pidió que se mojara. “Quiero que gane el pueblo griego”, dijo Sánchez.

Pocos se mojan. En CDC son mayoría los que afirman: “Lo único que tengo claro es que no quiero que gane Syriza”. En cambio, un democristiano, casi en clave provocadora, afirma: “Syriza, porque lo que casi todos proponen para los griegos es un caos”. Otro miembro de Unió en cambio es un firme partidario de Nueva Democracia. Sin dudarlo. Algo que solo un convergente apoya de entre los consultados.

Es más, un miembro del Govern incluso admite en privado que prefiere una victoria de la coalición de izquierdas. Más o menos lo que afirma otro diputado convergente: "Por rebeldía, Tsipras".

"No me gusta ninguno"

En la izquierda es más fácil visualizar apoyos a Tsipras, pero también hay excepciones. Un diputado republicano evita mojarse, otro afirma que no le gusta ningún candidato. Otro, en cambio, es firme partidario de Syriza y recuerda que firmó el manifiesto de apoyo, y critica que ICV se lo haya apropiado. Los ecosocialistas apoyan totalmente esta opción, mientras que en el PSC la excepción es quien defiende abiertamente al maltrecho Pasok griego, aunque alguno admite: "Syriza me da pánico". Otros no tienen empacho en defender con entusiasmo a Tsipras. Sin dudarlo. “Es la izquierda que puede ganar”, argumentan.

Ciutadans no se moja. Un diputado apunta a la formación liberal To Potami. Otro se limita a contestar: “No quiero que gane Syriza”. Y respecto a ERC, apoyo también matizado al candidato posiblemente ganador. Matizado porque no falta quien afirma: “No me gusta ninguno”.

Y el Govern, ¿Cómo lo ve? Con una doble afirmación: sí, ganará Syriza, y sí, tendrá que cambiar su plan económico de ruptura con la doctrina de la austeridad. "Antes cambiará Tsipras que Merkel", resumen en el Ejecutivo catalán, que no tiene especial preferencia ante el "caos" político helénico. Y la constatación: no podrá pagar la deuda. Pero tampoco habrá quita. Ni expulsión del euro. Un panorama poco alentador, pese a que el Govern de CiU sostiene que esté en el frente de los opositores al mantra de la austeridad sin contemplaciones que dicta el Gobierno alemán en la UE.

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