ESCÁNDALO POLÍTICO DE LA ASPIRANTE DEMÓCRATA

¿Qué hay en los 'emails' de Hillary?

La cara demócrata 8Hillary Clinton, tras un acto en Carroll (Iowa).

La cara demócrata 8Hillary Clinton, tras un acto en Carroll (Iowa).

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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No hay grandes salidas de tono, ni secretos inconfesables, ni comentarios demasiado impropios para un funcionario de su rango. Pero, en contra de lo que ella misma había afirmado, sí hay algunas pinceladas de información clasificada oculta entre tanta formalidad diplomática y atisbos de humanidad. El Departamento de Estado de EEUU ha hecho público un nuevo paquete de correos electrónicos de Hillary Rodhman Clinton. Más de 7.000 páginas correspondientes a los primeros dos años de su etapa como jefa de la diplomacia estadounidense. Es el mayor legajo publicado hasta la fecha desde que los correos electrónicos empezaran a ver mensualmente la luz en mayo a instancias de un juez.

Consciente del daño que está haciendo a su campaña para las presidenciales del 2016, Clinton reconoció el mes pasado que se equivocó al utilizar un correo y un servidor privado para conducir sus comunicaciones durante su etapa como secretaria de Estado. Pero no ha logrado sofocar el ruido que ha generado su imprudencia. Para sus rivales políticos es otra muestra más de la falta de transparencia y deshonestidad achacada durante años a los Clinton. Para respaldarlo, esgrimen que Hillary borró 30.000 páginas de sus correos tras abandonar el cargo, al considerar que incluían solo información personal. Lo cierto es que esas páginas deberían haber acabado en los Archivos Nacionales.

POSTURA RUSA SOBRE IRÁN

De los más de 4.000 mensajes de correo publicados el lunes, 125 incluían información «confidencial», el nivel más bajo de clasificación, que ha sido borrada antes de proceder a la publicación. En uno de ellos, dirigido a Jacob Sullivan, por entonces asesor de la secretaria de Estado en política exterior y ahora uno de los miembros de su campaña, le preguntaba sobre la postura rusa ante las negociaciones con Irán y un programa de desarme nuclear. «Me gustaría saber sobre la llamada de de Bill Burns (subsecretario de Estado) a los rusos sobre Irán y el Start».

En otro, cuyo contenido ha sido también censurado, el diplomático Jeffrey Feltman le informa sobre las gestiones realizadas con los gobiernos de Qatar, Arabia Saudí o Bahrein para mitigar el impacto del Cablegate de Wikileaks.

Los correos ponen en evidencia la influencia de alguno de los allegados de Clinton. Sydney Blumenthal, quien fuera asesor de su marido en su época de presidente, le envía artículos de prensa y comparte con ella rumores de pasillo. Le informa, por ejemplo, de que parte de la bancada republicana en el Congreso recela de su líder en la cámara Baja, John Boehner. «Les repele su comportamiento personal. Es diletante, alcohólico y vago», escribe Blumenthal. En otro, ella le dice que acaba de tomar algo con el político laborista David Miliband, «quien está todavía muy preocupado» por las elecciones del 2010 en el Reino Unido.

Hillary parece estar obsesionada con las críticas que le dedica habitualmente Fox News, la cadena conservadora de Rupert Murdoch. Y deja claro que le gustan las series políticas de televisión. En un correo se interesa por el horario de Parks And Recreation y The Good Wife.

También es prolija la correspondencia con su hija Chelsea. En uno de los correos, Chelsea se muestra alarmada por la incompetencia que ha visto en la gestión de la ayuda humanitaria a Haiti y le informa que a menos que se mejore la organización, la transparencia y la gestión, podrían morir «decenas de miles de niños» por enfermedades como disentería o difteria.