GUERRA CIVIL EN EL PAÍS ÁRABE

Al Qaeda envía yihadistas a Siria para luchar junto a los rebeldes

CARMEN RENGEL
JERUSALÉN

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La presencia de yihadistas sunís extranjeros en el norte de Siria fue denunciada ayer por una doble vía: lo hicieron la CIA y la agencia AFP, presente en sus campos de entrenamiento. «Docenas» de combatientes han cruzado por el paso de Bab Al Hawa, junto a Turquía, controlado ahora por el Ejército Libre de Siria. Tienen «el mismo enemigo» que los rebeldes aunque por «motivaciones diferentes»: buscan la caída de Bashar el Asad porque su secta, los alauís, son «apóstatas». Una guerra santa interna.

Fuentes de la CIA y del Gobierno iraquí confirmaron aThe New York Times que en la zona se ha detectado presencia de Al Qaeda y, especialmente, del grupo Jabhat al-Nusra, que emplea su iconografía y su propaganda. Pero también hay otras organizaciones, todas ellas vinculadas a la organización que dirige Ayman Al Zauairi. El grupo libanés Fatah al Islam se atribuyó un ataque que mató en Damasco a 30 soldados afines a Asad, el llamado Estado Islámico de Irak anima al ELS en sus comunicados y la Red de Yihad Global lanzó en junio una convocatoria de alistamiento.

La CIA confirma que su lista de sospechosos coincide «en muchos casos» con personal de Al Qaeda registrado en Irak. La porosidad de la frontera sirio-iraquí debido al conflicto ha facilitado su traslado.

La agencia France Presse confirmó que ha contactado con combatientes yihadistas de Argelia, Marruecos, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Libia, Túnez, Chechenia y Somalia.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, no descartó en intervenir en Siria si está «amenazada» su seguridad por los «terroristas» kurdos que, según sus informes, se hallan en el norte de Siria. Afirmó que elementos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se han aliado con el Partido Unión Democrática por Siria (opositores internos) y han tomado el control de cinco localidades en la frontera. «No vamos a permitir que grupos terroristas establezcan campamentos y nos amenacen. Tenemos derecho a intervenir», defendió.

En Alepo prosiguen los choques entre las tropas gubernamentales y rebeldes. Hoy afrontan su séptimo día. El ELS controla- dice- la mitad de la capital comercial, pese a que desde las siete de la mañana y hasta el anochecer sufrieron bombardeos constantes, seguidos de disparos desde helicópteros. El refuerzo de 2.000 soldados, con tanques y artillería, trasladados desde Idleb, aún no ha entrado en la ciudad, pero el asedio terrestre «es cuestión de horas», afirmó Ahmed Jarrar, de los Comités Locales de Coordinación. La televisión oficial informó de «terribles pérdidas» para los «terroristas», especialmente en el centro. Las oenegés hablan de que solo en Alepo hubo 19 muertos, y 112 fallecidos en todo el territorio nacional.

UNA CAPITAL BAJO EL FUEGO/ Damasco también sigue bajo el fuego, pese a que los medios locales sostienen que los soldados de Asad tienen «casi el total control» de la capital. Los suburbios siguen siendo rebeldes. Al amanecer, el sur recibió impactos de mortero, uno por minuto. El campo de refugiados palestinos de Yarmuk, fue asediado y bombardeado durante siete horas. Una minoría (2%) hasta hace poco neutral y ya parte de la oposición. Los comités denunciaron «ejecuciones sumarias» en las calles. En Yalda murieron «decenas» de vecinos, incluyendo un bebé de cinco días.

En el plano político, Damasco ofreció ayer 10.000 voluntarios a la ONU para «trabajar en el terreno y cooperar» con los observadores. Lo llamaron una «propuesta de solución interna». No hubo más detalles. Se la expusieron al subsecretario general de Naciones Unidas para Operaciones de Mantenimiento de Paz, Herve Ladsous, quien exigió una «reducción significativa» de la violencia para que sus cascos azules (150) puedan trabajar.

Entretanto, en la sede de la ONU en Nueva York, Arabia Saudí afina una resolución que el Consejo de Seguridad votará la semana entrante contra la amenaza de Damasco de usar armas químicas ante una «agresión externa».