ANUNCIO HISTÓRICO

Putin proclama la destrucción del arsenal químico de Rusia

Al acto asistió una delegación de la Organización Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas

EL PRESIDENTE RUSO VLADIMIR PUTIN

EL PRESIDENTE RUSO VLADIMIR PUTIN / periodico

Marc Marginedas / Moscú

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Con boato y cámaras de televisión, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha proclamado este miércoles la destrucción del arsenal ruso de armas químicas. "Se puede decir realmente, sin alardear, que es un acontecimiento histórico, teniendo en cuenta los arsenales de armas químicas que heredamos de los tiempos soviéticos, con los que se habría podido destruir varias veces la vida en la tierra", ha declarado el líder del Kremlin durante una videoconferencia.

El acto tuvo lugar en la planta Kizner, sita en la región rusa de Udmurtia, al este de Moscú, y contó con la asistencia de una delegación de la Organización Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas.  

Rusia da así por cumplidas las obligaciones que contrajo cuando firmó la Convención sobre Armas QuímicasConvención sobre Armas Químicas, rubricada por 188 países en 1993 -aunque con posteriorodad se añadieron más- y vigente desde 1997, por el que los signatarios se comprometían a destruir sus arsenales antes del 2012. Los problemas presupuestarios han sido los responsables de este retraso de cinco años.

40.000 toneladas de agentes

En noviembre de 1997, Rusia declaró que estaba en posesión de un arsenal de cerca de 40.000 toneladas de agentes químicos, que incluían, entre otros, sustancias vesicantes, (causantes de quemaduras) como la lewisita y el gas mostaza, y agentes nerviosos, como el gas sarín o el VX.  La planta Kizner, donde tuvo lugar el acto de este miércoles, era la última de las ocho instalaciones en las que había almacenado sus existencias.

El historial de la URSS con las armas químicas está repleto de episodios siniestros. En los años 70 y 80 desarrolló una serie de sustancias nerviosas llamadas 'novichok', de tercera generación y consideradas como las armas químicas de su ramo más potentes jamás fabricadas.  En su época, eran indetectables para la OTAN y podían incluso penetrar en los equipos de protección fabricados por la Alianza Atlántica. 

Su existencia fue revelada poco antes de que Rusia firmara la Convención sobre las Armas Químicas, en 1993, en un artículo publicado en  Moskovskiye Novosti por los científicos Lev Fedorov Vil Mirzayanov, este último encargado de que la producción de dichas sustancias no fuera detectada por potencias extranjeras. 

Dichas revelaciones, realizadas debido a sus inquietudes medioambientales, le valieron a Mirzayanov una acusación de revelar secretos de Estado y el ingreso en la moscovita cárcel de Lefórtovo. En la actualidad reside en EEUU. 

La mayoría de las existencias destruídas

La Convención sobre las Armas Químicas ha logrado que el 93% de las existencias de este tipo de armas hayan sido destruídas a fecha del 2016. El tratado contiene provisiones para la investigación y la detección de instalaciones donde se producen este tipo de armas.

Las sustancias químicas han sido empleadas con profusión durante la guerra de Siria contra objetivos civiles, comprobándose su capacidad destructora sobre víctimas inocentes por vez primera desde el ataque químico de Halabja (Kurdistán) perpetrado en 1980 por el régimen del difunto Sadam Husein y que causó la muerte a entre 3.200 y 5.000 personas.

En el caso de la guerra siria, dos han sido los bombardeos que han causado mayor consternación internacional. Por un lado, el registrado en Ghoutta, en los alrededores de Damasco, en el verano del 2013, en el que murieron entre 300 y 1.700 personas. La ONU considera probado que el ataque se realizó mediante proyectiles tierra-tierra, y que sus responsables tenían acceso al arsenal químico del Ejército sirio. 

El segundo de estos incidentes se produjo en la localidad de Jan Sheyjun, en el norte de Siria, en manos de la oposición, el pasado 4 de abril, que causó la muerte a al menos 80 personas, entre ellos varios niños. Las imágenes de los pequeños agonizando de asfixia dieron la vuelta al mundo y provocaron includo que EEUU bombardeara por sorpresa con misiles la base aérea del Ejército sirio desde donde se lanzó el ataque.

Precisamente Rusia se ofreció en el 2013 como garante del acuerdo para eliminar los arsenales químicos del régimen de Bashar el Asad tras la masacre de Ghoutta. El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, recriminó al Kremlin no haber cumplido con sus promesas, y responsabilizó a Putin de posibles nuevos ataques.