La maratón de reuniones entre Poroshenko y Putin no da frutos

Los mandatarios se ven las caras tres veces en Milán sin alcanzar acuerdos

Putin y Poroshenko, ayer en Milán.

Putin y Poroshenko, ayer en Milán.

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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No es todavía seguro que, a las puertas del invierno, Europa pueda contar con el 30% del gas que importa de Rusia y que pasa por UcraniaVladimir Putin y el líder ucraniano Petro Poroshenko se entrevistaron ayer tres veces en Milán, una junto con cuatro líderes europeos, la segunda con Francia y Alemania y la tercera a solas. Habrían alcanzado, según varias fuentes, solo un mini acuerdo sobre un control internacional, ya previsto por el protocolo de Minsk, de las fronteras entre Ucrania y Rusia y sobre la celebración de elecciones en la zona rebelde y prorrusa de Donetsk, a efectuar con las leyes electorales de Kiev.

Las negociaciones de Milán se han celebrado todas ellas en torno a mesas redondas más bien de pequeñas dimensiones, lo que ha obligado a los políticos a estar muy cerca unos de otros. «Ha sido una cumbre positiva», dijo Putin al final del día, aunque el portavoz del Kremlín, Dmitri Peskov, matizó que «los coloquios son sin duda difíciles, llenos de incomprensiones y desacuerdos».

A SOLAS CON MERKEL

«Ningún resultado concreto sobre el gas», puntualizó de su parte Poroshenko, aunque mostró confianza «sobre la posibilidad de encontrar una solución antes de la reunión del 21 de este mes en Bruselas», cuando los representantes de la Comisión Europea se reúnan con los dos presidentes. «Hemos dado un paso adelante», comentó Matteo Renzi, anfitrión de las negociaciones.

Por la mañana la cancillera alemana, Angela Merkel, se había entrevistado a solas con Putin y al final dijo que «por ahora, desgraciadamente, no veo aperturas de parte de Putin». «Fracasan las negociaciones de Milán», tituló a toda página el diario digital KyivPost, de los nacionalista ucranianos.

Por Ucrania transcurre el 60% del gas que llega a Europa, del que un 30% es ruso. Pero el país no solo debe dinero a Moscú por su factura energética sino que algunas veces ha desviado una parte del gas ruso que viajaba hacia Europa, argumento usado por Putin para cerrar el grifo. Putin dijo que el escollo principal del acuerdo es que Ucrania debe aún a Rusia «entre 4.000 y 5.000 millones de dólares», aunque subrayó que una vez más «había ido al encuentro de las exigencias ucranianas», asegurando el suministro energético durante este invierno. Eso sí, pidió a la UE que ayude a pagar la deuda.