Putin culpa a Occidente de la crisis actual rusa

«Al oso ruso siempre intentarán encadenarlo, arrancarle los dientes y las uñas», dice el presidente ruso

Vista general de la rueda de prensa de Putin ante 1.200 periodistas rusos y extranjeros.

Vista general de la rueda de prensa de Putin ante 1.200 periodistas rusos y extranjeros.

LEV GANIN / MOSCÚ

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El presidente ruso, Vladímir Putin, culpó ayer a Occidente de provocar la actual crisis económica en Rusia en castigo por los intentos de Moscú de defender su identidad y llevar a cabo una política independiente en el escenario internacional. «Estamos pagando nuestro deseo natural de preservarnos como nación, como civilización», dijo el mandatario ruso en su gran rueda de prensa anual a la que asistieron unos 1.200 periodistas de los medios de comunicación rusos y extranjeros.

La última sesión de preguntas y respuestas de Putin llegó en el momento más crítico desde su llegada al poder en 1999.La bajada de los precios del petróleo, la crisis en Ucrania y las sanciones de Occidente han causado una desvalorización en picado de la moneda nacional rusa que ha perdido desde enero un 90% de su valor frente al dólar y el euro.

Según el presidente ruso, los «socios occidentales» se consideran un imperio y subrayó: «Este es actualmente el principal problema de las relaciones internacionales: nuestros socios se consideran un imperio, mientras que el resto son vasallos a los que hay que quebrar definitivamente», denunció.

APUNTANDO A LA OTAN

Putin apuntó a la OTAN como al principal adversario de Moscú, aunque precisó que Rusia nunca ha aplicadoo una política de agresión en respuesta a la expansión de la Alianza hacia las fronteras rusas. Indicó que el presupuesto militar ruso es de 50.000 millones de dólares en 2015 y es 10 veces inferior al del Pentágono. «¿Acaso después de la caída del Muro de Berlín no nos dijeron que la OTAN no se extendería hacia el Este? Pero empezó a hacerlo inmediatamente. Ya hubo dos olas de ampliación», constató. El presidente ruso afirmó que a Rusia siempre procuran mantenerla a raya. «Al oso ruso siempre intentarán encadenarlo, arrancarle los dientes y las uñas», dijo en referencia a las armas nucleares estratégicas rusas que de momento hacen que Occidente tenga consideración hacia Moscú.

«Siempre tropezamos con una oposición, hagamos lo que hagamos», se quejó el presidente ruso, quién mencionó como un ejemplo reciente los intentos de desprestigiar los Juegos de Sochi 2014. Putin advirtió de que Rusia defenderá cada vez con mayor contundencia sus intereses nacionales. «En cuanto a las relaciones equitativas, sí, aspiramos a ellas, pero a condición de que se respeten nuestros intereses nacionales», explicó.

DOS AÑOS DE TURBULENCIAS

Por primera vez desde el inicio de los problemas económicos en Rusia desde hace varias semanas, Putin reconoció ayer que el país sí ha entrado en un período de turbulencias que podría durar hasta dos años. Aunque evitó la palabra «crisis» durante las más de tres horas en las que habló, reconoció que Rusia afronta «tiempos difíciles» y advirtió que si la situación económica se agrava aún más habrá que «cambiar de planes». «Considero que en el peor de los casos Rusia necesitará dos años» para salir de la recesión, dijo Putin en su gran rueda de prensa.

El presidente precisó que su previsión se basa en el hecho de que «se mantendrá el crecimiento de la economía mundial», lo que garantizará una alta demanda de hidrocarburos. Estimó que la situación podría empezar a mejorar en el primer trimestre de 2015 si las condiciones resultaran favorables, ya que el crecimiento «es inevitable».

Putin destacó que Rusia cerrará el año 2014 con un superávit presupuestario de 1,2 billones de rublos o un 1,9% del PIB. «A pesar de todas las turbulencias en el mercado financiero, el presupuesto federal tendrá superávit», dijo.

Entre los resultados positivos del año, Putin destacó también el crecimiento del PIB, del orden del 0,6% al cierre del año según las expectativas, el incremento de la balanza comercial en 13.300 millones de dólares y la baja tasa del paro (del orden del 5,1%). El mercado de divisas ruso reaccionó con auto optimismo a las declaraciones de Putin. Tras el desplome del 9,5% que se produjo el lunes al que se sumó otro del 7% el martes, la moneda rusa recobró ayer cierta estabilidad. En la noche del jueves, un dólar valía 61,62 rublos (frente a los 67,88 rublos del martes) y un euro 76,20 rublos (frente a los 85,15 rublos del martes).