RELACIONES RUSIA-EEUU

Putin agradece a Trump su "colaboración" para evitar un supuesto atentado terrorista en San Petersburgo

Los detenidos en la operación confiesan su culpabilidad ante la televisión rusa, la Casa Blanca lo confirma y la CIA evita dar detalles

Trump y Putin, en la cumbre de la APEC en Vietnam, el pasado noviembre

Trump y Putin, en la cumbre de la APEC en Vietnam, el pasado noviembre / periodico

Marc Marginedas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Sospechosos de preparar un atentado terrorista que confiesan su culpabilidad en grabaciones de vídeo que luego son difundidas en los principales programas informativos rusos. Y una segunda conversación telefónica entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin y EEUU, Donald Trump,  en menos de una semana, en un momento en que avanzan en Washington las investigaciones acerca de la presunta colusión durante la campaña presidencial norteamericana entre miembros del entorno de Trump y funcionarios rusos

Este es el resultado de un inusual episodio de cooperación entre ambos países en la prevención de un presunto atentado terrorista en San Petersburgo, cuyo objetivo habría sido uno de los edificios más emblemáticos de la antigua capital imperial: la catedral de Kazán.

Putin telefoneó personalmente el domingo por la noche a su homólogo estadounidense para agradecerle la advertencia desde EEUU que, según el presidente, permitió la detención de los sospechosos en la segunda ciudad rusa. La televisión estatal rusa llegó a emitir imágenes de algunos de los arrestados confesando abiertamente sus crímenes al poco de ser detenidos, mientras el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, no escatimaba parabienes a la hora de alabar a EEUU. En Washington, la Casa Blanca ha confirmado la información, pero ni la CIA ni la Oficina del Director de la Inteligencia Nacional han respondido a los requerimientos de los periodistas de más detalles.

Episodios de colaboración entre EEUU y Rusia

La última ocasión de que se tenía noticia de que ambos países se hubieran comunicado en materia antiterrorista se remonta al 2011, no tuvo un final feliz, y ha generado muchas preguntas en EEUU. Los servicios secretos rusos alertaron entonces al FBI acerca de la radicalización de Tamerlan Tsarnáyev, uno de los dos hermanos residentes en EEUU que llevó a cabo el atentado en la maratón de Boston, en el que murieron tres personas y varios centenares resultaron heridas.

Sin embargo, la inteligencia rusa declinó contestar con posteriorodad a la petición de más detallesmás detalles por parte de la agencia norteamericana, e incluso permitió al hermano mayor de los Tsarnáyev entrar en territorio ruso y viajar a la república de Daguestán poco antes de cometer el atentado, pese a haber sido identificado por Moscú como un potencial peligro. 

Además, la falta de garantías procesales en Rusia para los detenidos acusados de terrorismo inquieta de sobremanera a las oenegés de derechos humanos. Human Rights Watch ha denunciado el caso de Abror y Akram Azimov,  detenidos a raíz del atentado contra el metro de San Petersburgo en abril pasado, en el que murieron 14 personas. Ambos aseguran que fueron arrestados al día siguiente del ataque, mucho antes de su 'detención oficial', trasladados a un centro de detención secreta en los alrededores de Moscú y torturados mediate métodos como electrochoques en los genitales y golpes en los riñones.  Posteriormente, fueron conducidos a un lugar cercano, donde su arresto fue escenificado y grabado en vídeo, afirman.