POLÉMICA EN UN ESTADO MAGREBÍ

Prostitutas incómodas

El Gobierno marroquí prohíbe una película que retrata con crudeza a Marraquech como la meca del turismo sexual El Ejecutivo cree que el filme atenta contra la imagen del país

Las actrices 8 Las cuatro prostitutas, juntas en una escena de la película.

Las actrices 8 Las cuatro prostitutas, juntas en una escena de la película.

BEATRIZ MESA
RABAT

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«¿Has visto la película? Dura, pero real». En las calles de la capital marroquí no se habla de otra cosa. Much Loved consiguió lo que buscaba, alcanzar la popularidad que todo realizador de cine necesita para su carrera profesional. Nabil Ayuch es conocido en el país por sus documentales y películas rompiendo tabús de la sociedad marroquí, aunque hasta ahora ninguna de ellas había traspasado las líneas dictadas desde el sistema. Esta vez, cruza alguna que otra frontera proyectando al público marroquí una realidad social alejada del islam, bien conocida por la población pero no admitida: la prostitución.

Lo que ha hecho Ayuch es poner rostro a la noche de Marraquech, meca del turismo sexual y paraíso de extranjeros que buscan días de sol y experiencias exóticas. En la película, cuatro prostitutas que comparten casa relatan sus alegrías y sentimientos y hablan de las fiestas con adinerados hombres de los países del Golfo en largas veladas de sexo, dinero a raudales y alcohol. También denuncian a los europeos que acuden en busca de sexo con menores. Todo ello queda retratado en Much loved, aunque la escena que más críticas ha recibido es la aparición de un travesti.

El Gobierno decidió el lunes la prohibición de la película. Muchos marroquís critican la poca sutileza con la que se ha dibujado una realidad social. «Vulgar y peligroso», dijo a este diario un alto funcionario del Ministerio de Economía y Finanzas, en alusión a la amenaza del extremismo religioso. «No podemos permitir que una película desestabilice nuestra seguridad», concluyó el funcionario. Este es el principal argumento en el que se ha basado el Gobierno marroquí para censurar la película en los cines. «No será autorizada porque conlleva un grave ultraje a los valores morales y a la mujer marroquís, además de ser flagrante contra la imagen del país», señaló Mustafa el Khalfi, quien además de ser el ministro de Comunicación marroquí, es miembro del partido islamista de Justicia y Desarrollo (PJD), que ya se opuso a la proyección hace seis años del largometraje Casanegra, la primera película marroquí cuyo atrevimiento pasó por romper varios tabús a la vez: violencia, chantaje, sexo y alcohol, en la ciudad de Casablanca.

Entonces, la cólera de los sectores más conservadores no impidió la difusión de la película, que fue un éxito en las taquillas de las salas de cine. Pero ahora corren otros tiempos, con el grupo Estado Islámico (EI) asomado por todas partes, y los islamistas en el Gobierno proclamando un «arte limpio». «Las leyes marroquís son claras con escritos, audios o vídeos con contenido de pasajes que atenten contra el pudor público», añadió El Khalfi.

«Esta prohibición procede exclusivamente del ministro de Comunicación y no del Centro Cinematográfico marroquí», se defendió en diferentes medios el realizador, Nabil Ayuch, que se ha visto obligado a conceder multitud de entrevistas a emisoras de radio, canales de televisión y prensa con el fin de justificar la elección del tema y el uso de un lenguaje crudo, con el uso de palabras muy infrecuentes en una sociedad tan conservadora como la marroquí.

Cuatro protagonistas

«Oye, puta, tú sígueme, cuando yo baile, tú bailas, cuando mueva el culo, tú lo mueves…», son algunos diálogos entre las cuatro prostitutas protagonistas. El filme debía pasar por la conocida comisión de visionado -es decir, el organismo de censura- y aunque tenía muy pocas probabilidades de que se le diera luz verde, los más optimistas creían que la juventud hubiera corrido en masa hacia las salas de cine para «mirarse al espejo». Algunos confiaban en que la comisión calificase la película para mayores de edad o que censurase ciertas escenas pero no que tomase una decisión tan drástica como la prohibición total.

«Eso es lo que vivimos en Marruecos. No puedo entender que nos alteremos de esta manera cuando hay muchas cadenas financiadas por Arabia Saudí donde se ven a las mujeres en situación erótica, muy parecida a los bailes sexis mostrados en Much Loved», manifestó a EL PERIÓDICO Amina Lofti, ciudadana marroquí que no ha tardado en teclear I like dentro del grupo de apoyo de Nabil Ayuch creado en Facebook.

A pesar del escándalo levantado en Marruecos, la película Much loved tuvo buena acogida en el festival de Cannes, donde fue proyectada fuera de la sección oficial. «No existe un libro moral o inmoral, pero un libro bien escrito o mal escrito, sí. Es la única regla que vale para juzgar una obra», comentó Abdellah Tourabi, el editorialista de la célebre revista Telquel, que ha dado la cara en favor de la «creación artística de la obra».