el reto yihadista

Un programa intenta preservar las ruinas de Palmira

Oxford y Harvard quieren fotografiar en 3D los monumentos para su reconstrucción

El templo de Baal Shamin, demolido por el Estado Islámico.

El templo de Baal Shamin, demolido por el Estado Islámico.

DANIEL POSTICO / LONDRES

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Expertos del Instituto de Arqueología Digital (IDA) de Oxford, en colaboración con la universidad de Harvard, han desarrollado un ambicioso programa para salvar los monumentos amenazados por el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak. El proyecto pretende, por un lado, salvar obras históricas que puedan ser destruidas o robadas y vendidas en el mercado negro y, por otro, sacar fotos en 3D de los principales monumentos y obras en peligro para poder realizar réplicas exactas en un futuro, una vez termine el conflicto.

La iniciativa ha sido comparada con el programa conocido como 'Monuments Men' desarrollado durante la segunda guerra mundial, en el que un grupo de 400 espías y civiles se dedicaron a salvar obras de arte, joyas y monumentos que corrían peligro de ser destruidas o saqueadas por los nazis en zonas de conflicto por todo el mundo. Para esta versión moderna del programa, se pretenden recabar más de 20 millones de imágenes de aquí al 2017 antes de que sean destruidas por los yihadistas.

TEMPLO MILENARIO

Este proyecto se desarrolla después de que el Estado Islámico dinamitara el templo milenario de Baal Shamin, en las ruinas de Palmira, en pleno desierto sirio. Estas ruinas, que datan del siglo I a. C y que fueron el centro de la principal civilización de su época y han sido tipificadas como Patrimonio de la Humanidad. Su valor histórico y arqueológico es incalculable. Palmira recibía millones de turistas antes del inicio de la guerra y era uno de los principales reclamos turísticos de Siria. Este monumento grecoromano cayó en manos del EI el pasado mes de mayo. Desde entonces, la destrucción ha sido gradual. El Estado Islámico llegó a ejecutar públicamente al jefe de Antigüedades de Palmira, el arqueólogo Jaled Al Asad, que se resistió a abandonar el lugar que había sido el centro de sus investigaciones.

El IDA también planea desarrollar programas tecnológicos para localizar joyas y piezas únicas que han sido robadas en saqueos y que son vendidas en el mercado negro. «Si se permite al EI borrar y reescribir la historia de una región que definió las sensibilidades políticas y la estética global, entonces colectivamente vamos a sufrir una derrota irreversible», recordó Roger Michel, director del IDA.