Terror en un centro escolar

El lobi de la muerte

La Asociación Nacional del Rifle gasta hasta 10 veces más que los grupos que propugnan un mayor control de las armas en EEUU

RICARDO MIR DE FRANCIA
WASHINGTON

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Cuatro días después de la masacre enNewtown, laAsociación Nacional del Rifle(NRA) sigue esperando a que «se conozcan los hechos del caso» para pronunciarse sobre lo sucedido. Así suele ser cada vez que hay untiroteode masas en EEUU. La misma organización que se moviliza a una velocidad de vértigo cada vez que se propone una legislación para endurecer los criterios de laposesión de armas, calla o se limita a expresar condolencias cuando esas mismas armas dejan un reguero de víctimas inocentes.

Fundada en 1871, la NRA es el lobi de las armas más poderoso de EEUU. Gasta seis de cada diez dólares que se invierten para promover los derechos a la tenencia de armas amparados por la segunda enmienda. Y gasta 10 veces más de lo que han invertido desde el 2011 los grupos que reclaman una regulación más estricta. Pero no juega sola en esta batalla que se ha recrudecido tras la tragedia en Newtown. Tiene como aliados a una quincena de organizaciones, como laGun Owners of Americao elCommittee to Keep And Bear Arms, activas también políticamente.

«Inicialmente la NRA se dedicaba a representar los intereses de los cazadores, los aficionados al tiro o a cualquier otro deporte con armas. Pero en las últimas tres décadas se ha vuelto una organización cada vez más política», explica Philip Cook, un experto de la universidad de Duke. «Hoy centra sus esfuerzos en apoyar y promover leyes para facilitar la compra y la posesión de armas». En la pasada campaña, el 89% de sus donaciones fueron a candidatos republicanos.

A tenor de los resultados, es una organización extraordinariamente efectiva. Solo el año pasado, cuatro estados legalizaron la tenencia de armas en el coche. Otros tres lograron que puedan recuperar su licencia aquellos que la habían perdido por una enfermedad mental. En Wyoming ya no hace falta obtener un permiso para llevar la pistola en el cinto y, desde la semana pasada, en Michigan puede entrar armado en colegios, estadios e iglesias cualquiera que haya pasado un curso sobre el uso responsable de la pistola.

La NRA no solo gasta mucho dinero en anuncios y campañas. Tiene también un ejército de 4 millones de afiliados muy comprometidos. «Han logrado convencer a sus miembros de queObamay laONUtienen una agenda oculta para quitarles las armas», dice el profesor Cook. «El resultado es que en el 2008 y el 2012 las ventas de armas se dispararon».

Para Kristin Gross, autora de 'Disarmed: the missing movement for gun control in America', lo que hace diferente a la NRA es el activismo de sus miembros. No se limitan a enviar un cheque una vez al año, sino que actúan. «Contactan con sus representantes a nivel local, estatal o nacional hasta que logran interponerse y frenar la legislación». Las encuestas reflejan, sin embargo, que entre los afiliados hay buena receptividad, por ejemplo, a desarmar a los enfermos mentales.

Alarde de conspiraciones

La NRA no tiene ningún reparo en alardear de los riesgos a los que se exponen los políticos dispuestos a llevarle la contraria, incluso exagerando su influencia. En un artículo reciente de su revista 'La primera libertad', titulado «El plan secreto de Obama para destruir la segunda enmienda antes del 2016», le recuerda al presidente que los congresistas que apoyaron el veto a las armas de asalto de Clinton en 1994 «fueron barridos del Congreso» o cómoAl Goreperdió varios estados sureños en el 2000 por defender controles más estrictos.

Para los fabricantes de armas, la existencia de la NRA es una bendición porque les evita embarrarse en momentos tan delicados como el actual. Y nadie parece saber con precisión cuánto dinero destinan a la organización, porque solo están obligados a hacer públicos sus contratos de patrocinio de eventos de la NRA, sus clubes de tiro o publicidad en sus revistas. El Violence Policy Center ha calculado que desde el 2005 ha ascendido a 39 millones de dólares, aunque los expertos creen que la cantidad total debe de ser mucho mayor.