Los primeros refugiados sirios llegan a Catalunya entre algodones

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, recibe en el aeropuerto de Madrid a los refugiados procedentes de Atenas.

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, recibe en el aeropuerto de Madrid a los refugiados procedentes de Atenas. / periodico

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / MANUEL VILASERÓ / BARCELONA / MADRID

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El 7 de septiembre, las administraciones públicas y las entidades sociales de Catalunya ponían en marcha el operativo para empezar a acoger refugiados de manera más o menos regular. Todo muy voluntarioso, pero a merced del doliente ritmo de la maquinaria europea. Han tenido que pasar ocho meses y medio y un crudo invierno para que los asilados pisen tierras catalanas. Lo han hecho de la mano de la Comisión Catalana de Ayuda a los Refugiados (CCAR), que este martes, a última hora, acogerá a 10 sirios de un total de 20 procedentes de Atenas con escala en Madrid, donde representantes del Gobierno les han dado la bienvenida. Vendrán a Barcerlona por carretera y se alojarán en alguna localidad del área metropolitana, donde, por ahora, se preservará su intimidad "por razones de seguridad". Y porque se desconoce las condiciones psicológicas en las que llegan.

Un portavoz de la CCAR detalla las razones por las que aspira a proteger y, por el momento, esconder, a estas tres familias (tres hombres, tres mujeres y cuatro niños). "Es necesario que generemos un vínculo. Primero, antes de hacer nada, debemos escuchar mucho para elaborar un plan que permita integrarlos de la mejor manera posible, a todos los niveles". Será con el tiempo, "si ellos quieren denunciar algo o hacer pública su historia", cuando se les dará a conocer. Con el objetivo de mantenerles lejos de los focos, la entidad ha decidido no llevarlos a la Casa Bloc de Sant Andreu, donde hay 90 plazas listas que, sin embargo, no permitirían resguardar su anonimato. 

SITUACIONES VARIABLES

Así las cosas, los 10 refugiados serán hospedados en pisos, donde podrán pasar de seis a nueve meses -tiempo que marca la ley para que dejen de depender de las arcas públicas, a no ser que se apruebe una prórroga- con todas las necesidades básicas cubiertas. En este tiempo, señala la CCAR, "se les ayudará con el idioma y con toda la burocracia" propia del inicio de una nueva etapa vital. "El tiempo tan limitado es una dificultad añadida que tenemos, ya que los programas estatales se han vuelto cada vez más rígidos, con criterios muy definidos". En materia de educación, sanidad y empleo, sin embargo, tendrá mucho que decir el Govern y los ayuntamientos. Se pondrá, pues, a prueba toda la maquinaria iniciada en septiembre, en el sentido de escolarizar a los niños con celeridad, garantizar el acceso de los asilados a los hospitales públicos y buscar una salida laboral a los padres en función de sus capacidades y conocimientos.

Del resto de refugiados que han llegado a Madrid, seis iraquís y tres sirios, han sido trasladados a Zaragoza y otro iraquí será acogido en Sevilla. Este miércoles llega, además, otro contingente de 27 refugiados procedentes de Italia, 12 de los cuáles, todos eritreos, se instalarán en la provincia de Tarragona.

EL GOBIERNO SACA PECHO

Hasta finales de julio habrán llegado a España un total de 586 solicitantes de asilo dentro del programa comunitario, lo que ha servido al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para sacar pecho, asegurando que con esas cifras España "cumple sus compromisos" y "se convierte en el cuarto país de la UE en acoger a refugiados"."Hoy llegan 10 personas refugiadas a Catalunya. Aquí estamos preparados para recibir muchas más, pero todo son complicaciones por parte del Estado", le ha respondido en twitter la 'consellera' de Treball, Dolors Bassa.

Aunque sí son los primeros asilados llegados a Catalunya que forman parte del contingente que el Ejecutivo español se ha comprometido a acoger, los llegados este martes no son los primeros que buscan una nueva vida en Barcelona y sus alrededores. En los primeros cuatro meses del 2016, el Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiado (SAIER), dependiente del Ayuntamiento, ha atendido a 830 solicitantes de refugio, 20 más que en todo el 2014. Si se mantiene este ritmo, la oficina doblará los registros del año pasado, cuando pasaron por la plaza de Espanya 1.374 demandantes de asilo, 126 de los cuales procedían de Siria.