ELECCIONES EN CENTROAMERICA

Primavera guatemalteca

Una mujer indigena emite su voto en la ciudad de Sant Pedro Sacatepéquez, este domingo.

Una mujer indigena emite su voto en la ciudad de Sant Pedro Sacatepéquez, este domingo.

ADRIÀ ROCHA / BARCELONA

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Para que llegue el buen tiempo y se pueda ver la luz del sol, antes es necesario vivir un invierno. Solamente a través del frío entendemos el calor.  Guatemala, situado cerca del trópico, es un país donde las temperaturas nunca son demasiado bajas. Sin embargo, desde mediados del siglo pasado, el termómetro democrático del país ha estado constantemente enquistado bajo cero.

En las elecciones que se celebraron este domingo, según el periodista guatemalteco Luis Mazariegos, la situación ha dado un vuelco de 180 grados. «La población está harta de la corrupción y la violencia. La gente ya no tiene miedo al poder, por eso sale a la calle. Saben que el Gobierno no les puede hacer nada, sobre todo gracias a la presión de la ONU», dice a EL PERIÓDICO el redactor de 'Nuestro Diario', el rotativo más leído del país.

En 1956, Guatemala inauguró tres décadas de golpes militares, todos ellos para instaurar varios regímenes dictatoriales cuya política consistía en amedrentar a una población sumamente pobre y contentar a Estados Unidos y a la compañía norteamericana United Fruit Company, que poseía el 50% de las tierras cultivables del país. El expresidente Vinicio Cerezo acabó con este sistema en 1986 y se puso al frente de un gobierno democrático que, según Mazariegos, solo tenía de democrático el nombre. «Todos los partidos que han gobernado desde entonces, absolutamente todos sin excepción, han robado y saqueado las arcas del estado.  Su forma de gobernar era la corrupción», asegura el periodista, que considera que gracias a los numerosos movimientos de protesta guatemaltecos extremadamente activos en las redes, no se volverá al pasado.

IRREGULARIDADES EN LA CAMPAÑA

Pero el  verano aún no ha llegado. Algunas entidades han denunciado que el partido Libertad Democrática Renovada (LDR) de Manuel Baldizón —conocido popularmente como el 'Partido Robo'— se ha saltado la ley deliberadamente al sobrepasar el límite de gasto establecido durante esta campaña electoral.

«Tenemos que denunciar ante los tribunales todos los carteles y anuncios en televisión que veamos del partido de Baldizón. ¿Qué pasará si el LDR pasa a segunda vuelta y continúan haciendo campaña? Vamos a pararles los pies», indica a este diario la activista Gloria Álvarez, una de las líderes del Movimiento Cívico Nacional. Esta organización es una de las que han orquestado las multitudinarias manifestaciones que han tenido lugar en Guatemala desde que saliera a la luz la imputación del ahora expresidente — en prisión provisional desde el jueves— Otto Pérez Molina por un sonado caso de corrupción.

«Baldizón es un déspota y tiene conexiones con el narcotráfico, y aunque hay una gran incertidumbre, espero que no gane. Los jóvenes guatemaltecos, que son la mayoría de los electores, votarán en masa, y votarán en su contra», cuenta Álvarez.

Gane quien gane en las urnas,  según Mazariegos, las protestas de estos últimos meses no habrán sido en vano. «La ciudadanía tiene el poder ahora. Solo queremos seguridad y bienestar», remarca el periodista. Algo a lo que Álvarez, una de las grandes protagonistas del movimiento de protesta guatemalteco, se suma. «Este año hemos demostrado que con nuestra presión podemos hacer cualquier cosa. Si Baldizón acaba ganando habiendo quebrantado la ley, volveremos a la calle», indica la joven activista.