EEUU presiona a Turquía para que selle su frontera con Siria

Washington anuncia el envío de más fuerzas especiales a Irak

El secretario de Defensa, Ash Carter (izquierda) y el jefe del Estado mayor, general Joseph Dunford, antes de testificar en el comité sobre la estrategia de EEUU en Siria e Irak, el martes en Washington.

El secretario de Defensa, Ash Carter (izquierda) y el jefe del Estado mayor, general Joseph Dunford, antes de testificar en el comité sobre la estrategia de EEUU en Siria e Irak, el martes en Washington. / AH RCL**DC**

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Estados Unidos ha instado a Turquía a que tome medidas para sellar los 98 kilómetros de su frontera con Siria que siguen controlados al otro lado por el Estado Islámico, una franja de territorio que se ha convertido en la única vía que le queda al autoproclamado califato para la entrada de sus voluntarios y combatientes. En una comparecencia ante el Congreso en la que también anunció el envío de más fuerzas especiales a Irak, el secretario de Defensa, Ashton Carter, ha declarado que “Turquía debe hacer más” para controlar una frontera que ha definido como “a menudo porosa”. También Barack Obama insistió en el tema, al afirmar desde París que ha tenido “repetidas conversaciones” con su homólogo Recep Tayyip Erdogan para pedirle un mayor compromiso.

La insatisfacción estadounidense con el papel que está jugando el Gobierno de Ankara viene de lejos, pero parece haber cobrado nueva vigencia tras los atentados de París y los planes para intensificar la campaña militar contra el EI. Muchos analistas consideran que Turquía está más preocupada en prevenir que los kurdos salgan reforzados del conflicto que envuelve a la región que de combatir a los yihadistas. La prueba más evidente puede observarse en el paso fronterizo de Tal Abyad, situado a casi 100 kilómetros de Raqqa, la capital oficiosa del EI. Los turcos mantuvieron el paso abierto mientras los yihadistas controlaron la población, pero le echaron el candado en cuanto cayó en manos de las Unidades de Protección Popular kurdas, uno de los aliados de Washington en Siria.

Desde hace meses, la Administración Obama ha estado negociando con su aliado de la OTAN un plan para sellar la frontera contigua a las zonas controladas por el EI, por las que no solo estarían pasando sus voluntarios sino también petróleo que venden de contrabando en Turquía y que origina lucrativos ingresos. Pero esas negociaciones se están eternizando. “Nuestros militares han estado trabajando juntos para determinar como una combinación de tropas turcas y apoyo aéreo en el lado turco de la frontera podría sellarla de forma mucho mejor que ahora”, dijo ayer Obama desde la capital francesa, donde asiste a la cumbre del clima. “Creo que el presidente Erdogan lo reconoce”.

Carter admitió que las diferencias se mantienen porque a Ankara le gustaría transformar el área fronteriza en una “zona segura” para los refugiados y los los grupos rebeldes en caso de que se logre expulsar al EI. EE UU se opone porque considera que sería demasiado complicado mantener la seguridad con las tropas que ha ofrecido Turquía. “No han ofrecido una fuerza de un tamaño que sea capaz de hacerlo”, dijo Carter. La paciencia de Washington, en cualquier caso, parece estar acabándose. “El juego ha cambiado. Ya basta. Hay que sellar la frontera”, le ha dicho al Wall Street Journal una fuente de la Administración para explicar el mensaje que se está transmitiendo a los turcos. “Esto es una amenaza internacional y está saliendo de Siria a través del territorio turco”.

La crisis siria ha convertido al cada día más autoritario Erdogan en una pieza clave para solucionar, o cuanto menos gestionar, los problemas que se derivan de la región. Este mismo domingo la Unión Europea llegó a un acuerdo con su Gobierno para que se quede con los más de dos millones de refugiados que hay en su territorio y refuerce sus fronteras a cambio de ayudas por valor de 3.000 millones de euros y un compromiso para reabrir las negociaciones de adhesión a la UE. También ha puesto a la OTAN en alerta tras derribar un caza ruso en las lindes de su frontera con Rusia, una maniobra que ha añadido más complicaciones al entuerto sirio.

Al tiempo que presiona a sus aliados turcos, el Pentágono ha anunciado que enviará más fuerzas especiales a Irak para que recaben inteligencia y participen tanto en operaciones de rescate de prisioneros como en misiones para detener o asesinar a yihadistas del EI. Carter no dijo de cuántos soldados se trata, pero fuentes oficiales aseguraron de que serán probablemente entre 100 y 150, lo que significa que Obama sigue apostando por un incremento muy gradual la presencia estadounidense en la región pese a las presiones para que cambie de marcha radicalmente. “Esto creará un círculo virtuoso de mejor inteligencia, lo que genera más objetivos militares, más redadas y más impulso”, dijo Carter durante su comparecencia ante el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes.

EE UU ya tiene un número indeterminado de fuerzas especiales en Irak, un hecho que salió a la luz en octubre, cuando uno de sus soldados murió en el rescate de 70 iraquíes retenidos por los yihadistas. Ese mismo mes Obama anunció que enviaría otros 50 a apoyar en el norte de siria a las milicias kurdas.