ATAQUES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

La prensa independiente rusa estudia armar a sus periodistas ante las agresiones

Una conocida reportera de la emisora Eco de Moscú fue acuchillada recientemente en la misma redacción

El director de Eco de Moscú, Alexei Venediktov, ofrece una rueda de prensa en la redacción, el 23 de octubre.

El director de Eco de Moscú, Alexei Venediktov, ofrece una rueda de prensa en la redacción, el 23 de octubre. / EFE / SERGEI CHIRIKOV

Marc Marginedas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En Rusia, las agresiones a periodistas críticos con el presidente Vladímir Putin y su Gobierno son moneda corriente. En algunos casos sonados, célebres informadores han sido asesinados, como es el caso de Anna Politkóvslaya en el 2006 y Anastasia Babúrova en el 2009, homicidios que, según sus familiares, no han sido investigadados adecuadamente por la justicia rusa. 

La última de estas agresiones se produjo hace tan solo unos días, cuando la directora adjunta de la emisora Eco de Moscú, crítica con el Kremñin, fue acuchillada en medio de la redacción por un individuo que parecía desequilibrado. En Rusia, los reporteros de investigación sobre asuntos de corrupción que salpican a miembros del Gobierno, que informan de violaciones de derechos humanos en las repúblicas caucásicas y que dan cuenta de las bajas militares en las guerras de Siria o Ucrania son señalados por los poderes fácticos como enemigos del país y tildados de 'quintacolumnistas'.

"Armas traumáticas"

Por esta razón, la publicación opositora 'Nóvaya Gazeta', para la que trabajaban Politkóvskaya y Babúrova, ha decidido suministrar "armas traumáticas" a sus periodistas. "Si el Estado no está dispuesto a defendernos, nos vamos a defender a nosotros mismos", ha asegurado a France Presse Serguéi Sokolov, redactor jefe de la publicación.

"Cuando los periodistas carecen de defensa ante la arbitrariedad que reina en la calle y la negligencia de las fuerzas del orden, no hay otra solución", ha valorado. Algunos redactores incluso van a ser enviados a cursos de autodefensa. 

Uno de los casos que más revuelo causaron fue el del bloguero Oleg Kashin, que investigo los movimientos juveniles de apoyo al presidente Putin, más conocido como 'juventudes putinianas' y sobre una controvertida autopista que debía atravesar el bosque de Khimki, al norte de Moscú. Fue apalizado en noviembre del 2010, lo que motivó su hospitalización. La fiscalía trató su caso como un intento de asesinato.