ANÁLISIS

¿Por qué no funciona (ni funcionará) la estrategia de la UE contra los yihadistas?

El Estado Islámico es solo parte de una amenaza extremista mucho más amplia

Agentes de policía belgas patrullan las calles de Bruselas, en nivel máximo de alerta.

Agentes de policía belgas patrullan las calles de Bruselas, en nivel máximo de alerta. / apc

ELISEO OLIVERAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pese al fracaso de la "guerra contra el terror" iniciada por EEUU en el 2001, el presidente francés, François Hollande, se ha lanzado por la misma senda belicista y de dar poderes excepcionales al Estado tras los atentados de París. Los errores de la "guerra contra el terror" han propiciado la extensión sin precedentes de las redes yihadistas. Esos grupos, como Estado IslámicoAl QaedaBoko Haram, Al Shabaad y los talibanes, controlan partes sustanciales de IrakSiria, Yemen, Afganistán, Libia, Somalia, Nigeria y el Sahel, además de estar enraizados en multitud de países.

Los atentados de Estado Islámico buscan exhibir éxitos que sustituyan a las conquistas territoriales que han alcanzado su techo en Irak y Siria para captar nuevos reclutas y donaciones financieras, además de disputar a Al Qaeda la primacía en el islamismo radical. Al extender la zona de combate a otros países musulmanes y a Occidente facilita la entrada en acción de jóvenes radicalizados.

Intensificar el bombardeo a Estado Islámico aumentará las víctimas civiles y el porcentaje de musulmanes que odie a Occidente. Éste es precisamente uno de sus objetivos: arrastrar a los países occidentales a una guerra sobre el terreno que nunca podrán ganar, subrayan los expertos, como Stephen Walt, profesor de la Universidad Harvard. Otro es provocar el rechazo a los musulmanes en Europa, que refuerce su propaganda de conflicto religioso. Más efectivo sería bombardear sus caravanas de camiones exportando a Turquía petróleo de contrabando, algo que sólo se hace en contadas ocasiones.

AMPLIA AMENAZA

"Es muy fácil llamar a la guerra contra Estado Islámico, pero la amenaza terrorista y extremista es mucho más amplia y seguirá viva al margen de lo que le ocurra a ese grupo", advierte Anthony H. Cordesman del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). Tanto una escalada militar en Siria e Irak como las medidas de seguridad draconianas pueden crear más terroristas y alienar a la población musulmana europea, cuya cooperación es esencial para combatir el yihadismo, insisten los expertos.

Las declaraciones bélicas de Hollande olvidan que los atentados de París fueron perpetrados por ciudadanos franceses y belgas y planificados desde Bruselas. Los atentados de los últimos años en Occidente también han sido realizados por ciudadanos nacionales o con residencia legal. Los atentados de Estado Islámico son organizados por células locales en función de las oportunidades sobre el terreno. Se trata de atentados low-cost, que generan numerosas víctimas y son "baratos, efectivos y repetibles", señala Clint Watts, de la Universidad George Washington.

IDEOLOGÍAS EXTREMISTAS

Para afrontar con éxito el reto yihadista hay que reconocer que la amenaza real en Occidente es limitada para no reaccionar de forma desmedida (es mucho más probable morir en un accidente de tráfico que en un atentado) y centrarse en reducir el riesgo de ataques en lugar de pretender la tarea imposible de derrotar al terrorismo, recomienda Rosa Brooks de la Universidad Georgetown y ex asesora del Departamento de Estado norteamericano. Hay que asumir también que será una tarea de décadas, ya que "la amenaza yihadista no desaparecerá hasta que no haya una reforma del islam desde dentro", indica Condersman. Para ello, será necesario invertir la creciente expansión mundial de las ideologías más extremistas del wahhabismo-salafismo financiadas por Arabia Saudí y los países del Golfo.

El plan de la Unión Europea (UE) de acumular aún más datos sobre todos los ciudadanos es contraproducente, porque el alud es tan inmenso que al final no se distinguen los datos significativos. Así ocurrió con el belga Abdelhamid Abaaoud, cerebro de los ataques en París y estrella de Estado Islámico en las redes sociales, que ya anunció en la revista Dabiq del grupo correspondiente a febrero de este año que había vuelto de Siria a Bélgica y que disponía de un piso seguro y de armas para "aterrorizar a los cruzados". Pasó desapercibido.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"La Uni\u00f3n Europea","text":null}}

Otro problema es que la UE sigue sin un sistema eficaz de intercambio de datos, desplazamientos y actuaciones de los combatientes europeos yihadistas. Tampoco dispone de un mecanismo eficaz de intercambio de datos policiales y contrabando de armas, ni controla las fuentes de financiación del islamismo radical, ni las organizaciones teóricamente caritativas que operan en Europa. En Centro Europeo Antiterrorista en Europol no se creará hasta el 2016 y su eficacia dependerá de la información que compartan los servicios secretos nacionales.