A por el alcalde de Roma

Un mes después de su elección en el 2013 como alcalde de Roma, en sustitución del alcalde conservador Gianni Alemanno, Ignazio Marino se fue al tribunal  con unos expedientes en la bolsa. "Aquí hay algo que no funciona", dijo. En los meses siguientes volvería, al menos, otras cinco veces a entrevistarse con el fiscal jefe, Giuseppe Pignatone, con otras carpertas en mano."Algo no funciona", repitió.

Al cabo de 20 meses, la fiscalía ordenó el arresto de 37 personas e investigaba a otras 101, todas acusadas de vínculos con la mafia, extorsión, usura, corrupción, perturbación de contratas públicas, facturaciones falsas, transferencia ilegal de valores y blanqueo. Entre ellos había mafiosos y también políticos de la mayoría de los partidos que administraban la ciudad, muchos con sueldos extras y en negro de hasta 5.000 euros mensuales. "Hay que darles pequeñas cantidades para que no llamen la atención", se decían los capos mafiosos en las conversaciones pinchadas. El exalcalde Alemanno está entre los investigados por vínculos con la mafia.

PERSECUCIÓN A LA MAFIA

La Fiscalía había puesto patas arriba la penetración de todas las mafias nacionales en la capital italiana, que no habían entrado a son de asesinatos, sino a través de algunas de las principales actividades municipales, como la gestión de los campos para gitanos y la acogida de emigrantes, pero también la recogida de la basura y el transporte público. "Los inmigrantes rinden más que la droga", se decían los mafiosos. Tras el ciclón, el Ignazio Marino nombró a un magistrado como consejero para la legalidad y la transparencia.

Sin embargo, seis meses más tarde de llegar a la alcaldía y empezar la limpieza llevando las carpetas al juzgado, el 65% de los romanos están en contra del alcalde y también todos los partidos incluido el progresista (PD) con el que Marino ganó las elecciones. Ciudadanos y políticos le reprochan la degradación

"Marino es inocente, pero no sabe gobernar". Los indignados del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo esperan su caída para hacerse con Roma y los progresistas están enzarzados en una pugna entre partidarios del presidente del gobierno,  Matteo Renzi, secretario también del PD, y la vieja guardia. Marino no pertenece ni a unos ni a otros. «Es un marciano», dijeron cuando se presentó en Roma.

En el caldero del maremagno participan todos, incluidos el New York Times o Le Monde, que subrayan la degradación de la Ciudad Eterna, con fotos de basuras tiradas, personas durmiendo en la calle, hierba seca en los parques y calles sucias. Los maquinistas del metro, que trabajan 400 horas al año contra las 800 de los de Nápoles y las 1.200 de Milán, se acogen a permisos de baja a la misma hora de los mismos días para boicotear el servicio solo porque el alcalde les ha mandado fichar. Aproximadamente el 50% de los autobuses urbanos cuenta con aire condicionado (15 años atrás ninguno), pero las televisiones pasan solo las imágenes de los pasajeros acalorados del otro 50%.

TRANSPORTE Y LIMPIEZA

La empresa de transportes públicos (ATAC), en la que las mafias se habían cebado imprimiendo billetes falsos, se encuentra técnicamente quebrada. La empresa municial de limpieza (AMA), con casi 8.000 empleados (1.000 asumidos de forma irregular durante la Administración anterior) ha cerrado el 2014 con el 18% de bajas regulares, el 40% de los camiones averiados y 400.000 usuarios fantasma que no pagan el servicio.

"Ahora nos hemos cabreado", ha declarado Gigi Proietti, actor romano muy popular, que se plantea alguna pregunta sobre esta "imprevista emergencia mediática". "La degradación no es nueva, pero ha llegado el 'New York Times' afirmando que la ciudad se hunde y todos han despertado", ha dicho. Desde Uruguay el también actor Vittorio Gassman, ha invitado a los romanos a "armarse de escobas y limpiar la ciudad".