Cuarta caída en las encuestas

La popularidad de Bachelet cae en picado

El estancamiento de las reformas y un cierto pesimismo económico minan la aprobación de la presidenta chilena

Bachelet (izq) saluda al ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, este martes en Santiago de Chile.

Bachelet (izq) saluda al ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, este martes en Santiago de Chile. / periodico

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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La imagen de Michelle Bachelet sigue deslizando por la pendiente según las encuestas que, en Chile, tienen la fuerza de una verdad revelada. En tan solo una semana, el rechazo a la figura presidencial pasó del 53% al 55%, de acuerdo con un sondeo de la consultora Cadem Plaza Pública. A su vez, la aprobación de la jefa de Estado ha pasado del 38% al 35%.

Bachellet inició el pasado 11 de marzo su segundo Gobierno con una altísima popularidad y enorme expectativa social. Había ganado las elecciones por amplio margen y con un abanico de promesas que iban desde las reformas educativa, laboral, impositiva a ponerle fin a la Carta Magna pinochetista. No ha pasado un año y el desencanto con su gestión alcanza al 51% de los encuestados.

El empantanamiento de parte de las reformas y un panorama económico que no invita al optimismo de otros tiempos ha carcomido el prestigio de una dirigente que se consideraba blindada frente a las contingencias. Se trata de la cuarta baja consecutiva reflejada en un sondeo. El principal remezón se ha sentido la semana pasada cuando el Centro de Estudios Públicos (CEP),Centro de Estudios Públicos (CEP) cuya encuesta es, de acuerdo con el semanario The Clinic, “considerada algo así como el oráculo de los políticos”, puso en evidencia hasta qué punto la presidenta venía perdiendo apoyos entre quienes, en marzo, la consideraban una reparadora social.

GRIETAS EN LA COALICIÓN

Chile solo crecerá este año un 1,5% y, en el 2015, en el mejor de los casos, se llegaría al 3,5%. Las inversiones no tienen el ritmo trepidante de otros años. Los empresarios, que aborrecen las reformas, agitan a su vez el fantasma de la recesión. La coalición gubernamental Nueva Mayoría, integrada por socialdemócratas, democratacristianos y comunistas, ha empezado a hacer más visibles su grietas. En este contexto es que se ha resentido la popularidad de Bachelet.

"Hay que tener cuidado con las conclusiones que uno saque de la encuesta del CEP. Es una feroz señal de alerta para la presidenta", dijo David Gallagher, un intelectual de derechas, en una columna publicada en el diario El Mercurio.

CONTINUAR CON LAS REFORMAS

“Toda decisión tiene efectos positivos y efectos complejos y, por lo tanto, lo que uno finalmente hace es ver cuál va a ser el coste de una u otra, esencialmente para el país y la gente”, dijo la presidenta, días atrás, a la revista Capital. Bachelet aseguró que, pese a las adversidades, “vamos a seguir haciendo las cosas, porque tenemos una convicción muy profunda de que los chilenos, no solo esta presidenta, quieren vivir en una sociedad mejor para todos”.

Bachelet explicó las razones del enfriamiento de la economía. “Todo el mundo coincide, y esto lo decían informes del FMI antes de que yo fuera candidata, que Chile hizo cosas muy buenas en la economía, pero que sin embargo, no nos podíamos dormir en los laureles por el viento a favor. Qué quería decir viento a favor, quería decir precios del cobre y auge de la minería. Que una vez que el viento fuera en contra, si no hacíamos reformas estructurales íbamos a tener problemas. Y eso es lo que estamos viviendo”.

Como era de esperar, la pérdida de popularidad de Bachelet genera opiniones encontradas dentro de la coalición de Gobierno. “Los chilenos se han acostumbrado a un progreso permanente y, por lo tanto, les choca de inmediato cualquier circunstancia que muestre una suerte de estancamiento”, dijo el líder democratacristiano, Gutenberg Martínez. Sin embargo, advirtió de que “los problemas no se solucionan simplemente con un cambio de Gabinete. Si nosotros no tenemos un diagnóstico compartido, podemos seguir tomando decisiones que eventualmente no sean compartidas por la ciudadanía”. Para Gutenberg, lo que está faltando es “un proyecto nacional, un proyecto de país, una sensación, por así decirlo, como la que hubo en la transición [democrática]”.

SOLEDAD

“Desde que asumió, pocas veces se le ha visto verdaderamente contenta. No ríe como antes, cuando estallaba en carcajadas”, escribió Patricio Fernández, director de 'The Clinic'. “La reina se debe sentir sola. Más allá de su estrechísimo tejido de confianzas, cunde el cuchicheo y la conspiración. Sabe perfectamente que todos los plazos se pueden alargar, menos la desaceleración económica. Que su alianza de Gobierno puede debatir, pero no romperse. Entonces el desastre sería mayor. De encabezar el encanto, pasó a encabezar la desazón”.

Bachelet, añadió Fernández, “sabe que tiene el río revuelto. Son muchos los frentes abiertos. La reforma educativa tiene su alma perdida. Se burocratizó. Nadie la secunda con entusiasmo. Para los derechistas es una barbaridad, para los izquierdistas una 'transaca' [una claudicación], y para otros una preocupación”.