La policía intercepta en Génova un mercante con millones de pastillas opiáceas para el Estado Islámico

La carga estaba camuflada entre cajas de botes de champú y mantas, una mercancía que tenía como destino la ciudad de Misrata en Libia

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carabinieri / periodico

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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Tirando de una insólita carga de mantas destinadas a Libia, un país más bien caluroso, la policía de fronteras de Génova ha descubierto este lunes la friolera de 37 millones de pastillas de tramadol, una sustancia que en los países de Oriente Próximo son usadas como droga, especialmente por los combatientes del EI.

El valor de la “droga del combatiente” interceptada por la policía asciende a más de 75 millones de dólares (69 millones de euros). Cada pastilla se vende en África y Oriente Próximo a poco más de dos euros.

El mercante interceptado procedía de la India y viajaba a Libia, via Italia. El fiscal jefe de Génova, Francesco Cozzi, ha explicado que el carguero llevaba supuestamente solo champús y mantas, pero en cantidades industriales, lo que levantó las sospechas de la polícia de aduanas. Cozzi ha dicho que “los beneficios obtenidos por la venta de la droga iban a ser destinados para financiar a organizaciones terroristas”. Los millones de pastillas, que se encontraban en tres contenedores cuyo destino final era Misrata, estaban escondidas entre los botes champú y las mantas.

El Tramadol es un opiáceo sintético que en Europa se puede comprar en las farmacias con varios nombres comerciales, pero siempre con receta médica. Los investigadores han explicado que la “droga del combatiente” es usada por los militantes del Estado Islámico como excitante para ampliar la resistencia durante los combates.

No es la primera vez que el puerto de Genova se usa como plataforma para llevar a cabo tráfico ilegal de productos entre Libia y otros países, especialmente de mercancías destinadas o procedentes del Estado Islámico.