"¿Qué quieres que vote? El país está cada vez más pobre"

Algunos testimonios que salieron a la plaza Syntagma de Atenas para mostrar su apoyo a Syriza cargaron contra la cancillera Merkel y la situación económica a la que está sometida Grecia

"¿Qué quieres que vote? El país está cada vez más pobre"

"¿Qué quieres que vote? El país está cada vez más pobre" / periodico

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Una persona que mandó mucho en Catalunya, fino conocedor de Europa y de sus distintas realidades nacionales, me decía hace unos días que uno de los problemas griegos -aunque según en qué momento también puede ser una virtud- es su orgullo. Orgullo en el sentido de no querer admitir aquello que los ojos de la razón ya ven, pero también en referencia a la capacidad de resistencia, de no dejarse arrollar a las primeras de cambio.

Orgullo es precisamente lo que se intuía este domingo por la noche en la plaza Syntagma de la capital griega, llena de partidarios de Syriza pero tampoco abarrotada. Los griegos habían revalidado su confianza en el primer ministro Tsipras y asestado un duro golpe a la Comisión Europea y los distintos gobiernos, especialmente a Alemania, la bestia negra. "Unfuck Greece" ("Dejad de joder a Grecia" o "deshaced la jodida a la que había sometido a Grecia", más literalmente), rezaba una pancarta de una manifestante de mediana edad que parecía sintetizar el sentido mayoritario de la plaza.

David contra Goliat. Astérix contra el emperador Romano. Y la pequeña Grecia contra la gigante Alemania. Como comentaba irado el propietario de un restaurante de Kalampaka, a 400 kilómetros de Atenas, horas antes, solo contemplaba la opción de votar 'no' en el referéndum. "¿Qué quieres que vote? Hace siete años que estamos así, no paran de subir los impuestos y el país es cada vez más pobre. ¿Tenemos que seguir así cien años más? Estoy harto", afirmaba con vehemencia. Y, admitiendo ya que su opinión deba de ser políticamente incorrecta, comparaba la cancillera Merkel con Hitler, sin tapujos: "¿Quien se piensa que es ésta señora? Ya tuvimos un Hitler y lo derrotamos una vez. Que lo tenga claro". El recuerdo de la Segunda Guerra Mundial, cuando los griegos fueron capaces de expulsar a los nazis gracias a su capacidad de insurrección, persiste en las generaciones incluso de mediana edad.

Había ganas de fiesta en la plaza Syntagma, convertida en un pequeño compendio de todas las izquierdas alternativas europeas, ahí presentes. Pero sobretodo había ganas de mostrar el orgullo griego, un país que lo fue todo 3.500 años atrás y que ahora se ha convertido en el incómodo socio de la Unión Europea, en el pepito grillo que no quiere seguir el 'diktat' alemán y del Banco Central Europeo. Ese orgullo se ola en los himnos, en las canciones, en las consignas y los gritos que los partidarios del 'oxi' entonaron en todo momento. El histórico orgullo griego... que veremos a dónde nos conduce.