EL PERFIL

Un pijo en un Smart

MATTEO RENZI. Nadie sabe cuánto de izquierdas es el alcalde de Florencia. Pero las izquierdas están con él

Matteo Renzi, a su llegada a la sede del Partido Demócrata, este jueves en Roma.

Matteo Renzi, a su llegada a la sede del Partido Demócrata, este jueves en Roma. / bc

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

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Se presentó en el Palazzo Chigi, la Moncloa de Italia, a bordo de un Smart y entró por la puerta trasera. En Roma, viajar en Smart se vincula a ser pijo porque el coche "inteligente" lo tienen solo quienes ya poseen otros y van con prisas y determinación por la vida. Como Matteo Renzi, alcalde de Florencia y aspirante a primer ministro, aun a costa de no pasar por unas elecciones y de organizar un pulso a todo correr con el jefe del Ejecutivo, Enrico Letta, de su mismo partido.

El Smart por la puerta trasera fue el primer acto de un cara a cara que Letta definió como «franco», y que viene a significar que se las tuvieron sin tapujos. "Yo sigo adelante, quien quiera mi puesto, que lo diga", afirmó un Letta sin su aplomo habitual, en una rueda de prensa imprevista. La segunda frase fue mejor matizada: "Quien quiera sustituirme que diga lo que quiere hacer". Y para ilustrarlo aun más, sacó de su carpeta un papiro del que leyó el ''Proyecto Italia', un nuevo programa del Gobierno para esta segunda fase de la crisis: la prensa y las televisiones del jueves le dedicarían pocas líneas y minutos.

Una señal de que Letta, símbolo de la estabilidad que habían pedido Bruselas y el FMI ya ha sido probablemente despachado. El último baluarte del joven primer ministro frente al 'Alcalde' -todos le llaman así, en mayúsculas, porque alcalde de Florencia es y dice que seguirá siendo- era Giorgio Napolitano, presidente de la República. Pero cuando el Smart llegó "a 3.000 por hora", como describió un reportero gráfico, al palacio de Chigi, Napolitano dijo que "unas elecciones ahora son una tontería" y que la vida del Gobierno no es asunto suyo sino de la mayoría que le apoya.

Nadie sabe si Renzi es o no y cuánto de izquierdas, como debería para un secretario del Partido Demócrata, el PSOE italiano. El pueblo de la izquierda está con Renzi, cuyo mérito hasta aquí ha sido administrar bien la alcaldía de la ciudad que fue de Lorenzo dé Médicis, la urbe más pija de Italia. Lo que en el mar de la corrupción local ya es positivo. Con Renzi están también los jóvenes que no votaron al gurú Beppe Grillo, que atrajo a todos los indignados.

Renzi puede sustituirle, piensan muchos. Sin elecciones anticipadas y soslayando las reglas de las democracias. En Smart, claro. Si hace justo un año Letta se presentó a su partido afirmando, sin ser entendido, que "hay que ser menos Forrest Gump y un poco más piratas a lo Jack Sparrow", de 'Piratas del Caribe', Renzi parece encontrarse, al menos por los títulos, entre Darren Stein de 'Jeux interdits (Caramelo asesino', en España) y René Clement de 'Juego peligroso'. Con su magullado Smart blanquiazul.