Perdidos

No son los refugiados los que están desorientados; son los Gobiernos europeos, que han caído en un acuerdo criminal con Turquía por su obsesión en devolverlos

La guardia fronteriza macedonia lanza gases lacrimógenos contra los refugiados que intentaban cruzar la frontera, este domingo.

La guardia fronteriza macedonia lanza gases lacrimógenos contra los refugiados que intentaban cruzar la frontera, este domingo. / OP jak

RAFAEL VILASANJUAN

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¿Qué hace falta para revelarse contra el acuerdo criminal de la Unión Europea? Celebramos las protestas en las plazas árabes contra sus dictadores. Parecía el final de una época gris pero buena parte de los refugiados que ahora llegan a Europa son su principal consecuencia ¿Por qué los devolvemos? ¿Quién le ha dado poder al Gobierno de España para saltarse convenciones internacionales? ¿En nombre de quién actúan otros 27 gobiernos de Europa?

La actitud de la UE deportando refugiados a TurquíaTurquía, previo pago de miles de millones, es una actitud criminal que debería despertar otra oleada de primaveras, esta vez aquí ¿Cómo se explica tanta prisa en deportar a quienes han dejado atrás un infierno? La costa griega desborda, pero ¿por qué hay prisa en retornarlos a Turquía y no en traerlos a España, donde solo ha llegado un refugiado sirio de los casi 20.000 que habíamos comprometido?

Ahora resulta que el problema ya no es cómo hacer frente a los que huyen, sino como deshacernos de ellos. Ha cambiado el discurso y no es extraño que España haya apoyado este retorno en caliente. Nuestros gobiernos, -el actual y los anteriores-, tienen buena memoria de cómo hacerlo a costa de generosas comisiones a Marruecos.

Pero no nos engañemos, no son los refugiados los que están perdidos. Al menos saben hacia donde se dirigen y sus pasos volverán a buscar la misma dirección mientras no lo consigan. Somos el resto los que vamos dando tumbos a la deriva. No solo gobiernos. Las administraciones locales parecen tan perdidas como obsesionadas con encontrar algún recoveco legal que les permita traer a unos cuantos, pero frente al engaño de los cupos descuidan a otros, como los que han venido a Barcelona desde el campo desmantelado de Calais, en Francia, que apenas encuentran apoyo.

GOLPES DE EFECTO NECESARIOS

Perdida está también la esperanza de organizaciones humanitarias que, cerrada la ruta griega, vuelven a surcar el trayecto mas mortífero, el que va de Libia a Italia, al que recurrirán los refugiados. Loable pero... ¿Podrían traer aquí su próximo rescate y enfrentar de verdad a los gobiernos con la realidad de su crimen? Es ilegal no desembarcarlos en el puerto mas cercano, pero si Europa se salta la ley, ¿por qué no amenazar a los criminales utilizando sus mismas armas? Nada sería tan efectivo como un barco de rescate de Médicos Sin Fronteras con centenares de refugiados detenido en un puerto francés o español.

En uno de los momentos mas críticos y tristes de Europa, hacen falta golpes de efecto para rescatar la memoria y escoger entre dos opciones bien distintas: seguir el camino de derechos que abrieron los millones de refugiados de nuestra segunda guerra, cuando la UE se creó como vacuna contra nacionalismos que se mataban; o seguir perdidos, avanzando por esta senda criminal que solo apunta hacia la nada.