POLÉMICA EN LONDRES

El Parlamento británico debate la petición para prohibir la entrada de Trump en el Reino Unido

La diputada del SNP escocés Tasmina Ahmed-Sheikh, durante el debate sobre Donald Trump, en Londres, este lunes.

La diputada del SNP escocés Tasmina Ahmed-Sheikh, durante el debate sobre Donald Trump, en Londres, este lunes. / periodico

BEGOÑA ARCE

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¿Debe prohibirse la entrada en el Reino Unido a Donald Trump? El Parlamento británico debatía este lunes una petición en ese sentido, firmada por 570.000 británicos, después de que el candidato presidencial estadounidense abogara hace un mes por impedir la entrada de musulmanes en Estados Unidos. Trump respondía, en el estilo populista que le caracteriza, a un tiroteo en California, en el que murieron 14 personas, perpetrado por una pareja de radicales musulmanes. Unas afirmaciones “extraordinarias” y “extremadamente peligrosas”, de acuerdo con el diputado Paul Flynn, encargado de abrir la discusión. Sin embargo, el político laborista también ha advertido: "El gran peligro de atacar a este hombre es que podemos darle un halo de víctima, darle el papel de mártir. Eso sería un grave error". En lugar de eso, Flynn sugiere que sería mejor invitar a Trump a visitar las supuestas zonas radicalizadas de Londres, donde según el estadounidense ni siquiera la policía se atreve a entrar. "Y que yo”, afirmó Flynn, “jamás he encontrado”.

El multimillonario aspirante a la Casa Blanca ha amenazado con cancelar una inversión de 1.000 millones de dólares en varios campos de golf en Escocia si se lleva a efecto la prohibición. Algo que en realidad es harto improbable. Solo el Gobierno, y en concreto la ministra del Interior, Theresa May, podría aprobar una orden de este tipo. El primer ministro, David Cameron, ha reconocido que los comentarios de Trump atizan las divisiones, pero ha dejado claro que vetar su entrada no mejoraría las cosas. ¿Es por tanto inútil el debate sin votación en la Cámara de los Comunes?

LAS FIRMAS

De acuerdo con las normas británicas, el Gobierno debe responder a todas las peticiones populares avaladas por más de 10.000 firmas y el Parlamento debe considerar debatirlas cuando superen las 100.000. “Es lo apropiado que en esta Cámara demos voz a la gente”, declaró el conservador Paul Scullyle, quien pidió a sus colegas que no se centraran en “el ego” de un hombre.

En un tono mucho más crítico, la diputada laborista Tulip Siddiq calificó a Trump de “venenoso y corrosivo”, cuya retórica incita al odio. “Sus palabras no son una broma. No son divertidas. Son veneno. Corren el riesgo de inflamar las tensiones entre las comunidades vulnerables”.

INVITACIÓN A UN CURRY

Naz Shah, otra diputada laborista por una de las circunscripciones en Bradford con mayoría musulmana, invitó al magnate a comer un curry. “Es importante para nuestra democracia desafiar su narrativa”, señaló. El conservador Tom Tugendhat cree que son los americanos quienes deben juzgar a Trump. “Es un error político y de juicio intervenir en el proceso electoral de otros países”, ha dicho.

Una cuarentena de ciudadanos de a pie, muchos de ellos estadounidenses, hicieron cola para entrar en el Hall de Westminster y presenciar el peculiar debate, duramente criticado por Trump International Golf Links, la empresa de Trump en Escocia. “Es absurdo que el valioso tiempo del Parlamento se malgaste debatiendo un asunto que surge como parte de la elección presidencial estadounidense”, señala el comunicado de la firma. “Nuestros políticos harían mejor en debatir cómo resolver los desafíos a que se enfrenta nuestro país y su gente, como la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo en la industria del petróleo con miles de supresiones más en el futuro”.