El Papa afirma en Egipto que no se pueden cometer actos violentos en nombre de Dios

Francisco visita El Cairo con fuertes medidas de seguridad en plena ola de violencia yihadista contra los cristianos

el papa francisco en Egipto.

el papa francisco en Egipto. / periodico

ANA ALBA / JERUSALÉN

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Tras 17 años de ausencia, el Papa ha llegado hoy viernes a Egipto, tres semanas después de que dos ataques yihadistas mataran a 45 personas e hirieran a un centenar más en dos iglesias cristianas coptas en las ciudades de Alejandría y Tanta, en la celebración del Domingo de Ramos.

El papa Francisco, a quien precedió en El Cairo Juan Pablo II en el año 2000, ha subrayado ante líderes musulmanes y cristianos que “la paz es sagrada y no se puede perpetrar ningún acto violento en nombre de la religión o en nombre de Dios".

El Obispo de Roma, que realiza una visita de 27 horas a El Cairo, ha instado a los líderes religiosos a "denunciar las violaciones contra la dignidad humana y los derechos humanos".

Francisco ha asegurado que para prevenir conflictos y construir la paz hay que eliminar la "pobreza y la explotación, donde más fácilmente actúan los extremismos, y bloquear los flujos de dinero y de armas a quienes fomentan la violencia".

DIÁLOGO INTERRELIGIOSO

El pontífice ha abogado por el diálogo interreligioso y ha advertido contra la "instrumentalización" de la religión por parte del poder en una conferencia internacional de paz organizada por la Universidad y la Mezquita de Al Azar, la institución del islam suní más importante.

El Gran Imán de Al Azar, Ahmed al Tayeb, que ha mantenido un encuentro con Francisco, ha subrayado que el islam, el cristianismo y el judaísmo “no son religiones terroristas".

Bajo el lema de “El Papa de la Paz en el Egipto de la Paz”, el pontífice pretende expresar su “afecto, consuelo y apoyo a todos los cristianos de Oriente Medio” y difundir un “mensaje de hermandad y reconciliación con los hijos de Abraham, particularmente con el mundo musulmán” en un viaje “de unidad y fraternidad”.

ENCUENTRO CON AL SISI

A pie de pista, en el aeropuerto lo han recibido representantes de las iglesias católica y copta y el primer ministro egipcio, Ismail Sherif. Poco después se ha dirigido al Palacio Presidencial en Heliopolis para reunirse con el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi.

Según el diario egipcio “Al Ahram”, el Obispo de Roma y Sisi han hablado de la situación en Oriente Medio, el aumento del extremismo, las relaciones entre la Iglesia Católica y el mundo islámico y asuntos bilaterales de El Vaticano y Egipto. Una fuente diplomática europea ha apuntado que en el encuentro, el Papa ha expuesto el caso del asesinato en El Cairo, en el 2016, del joven italiano Giulio Regeni.

RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS

Sisi ha dicho en una intervención ante al Papa que su país "está en la primera fila de la lucha contra el terrorismo" y Francisco ha apelado, a su lado, al "respeto incondicional" de los derechos humanos en un país en el que se producen graves violaciones.

Francisco, que ha pedido la paz para Egipto, Palestina, Israel, Siria, Libia, Yemen, Irak y Sudán del Sur, se ha reunido con el Papa Copto Teodoro II. Los dos han caminado hasta la iglesia copta de San Pedro y San Pablo, en el corazón de El Cairo, donde el pasado diciembre un atentado reivindicado por los yihadistas del Estado Islámico (EI) mató a 29 personas.

MISA PARA LOS CATÓLICOS

La visita de Francisco, de 80 años, se efectúa en plena ola de violencia yihadista contra la comunidad cristiana, un 10% de la población egipcia, de 92 millones. Egipto se encuentra en Estado de emergencia desde hace tres semanas y las medidas de seguridad decretadas por la visita del papa, que ha rechazado desplazarse en vehículo blindado, son férreas.

“Por favor, rezad por mi viaje mañana como peregrino de paz a Egipto”, pidió ayer por Twitter el Obispo de Roma, que mañana celebrará una misa para la comunidad católica de Egipto, de unas 272.000 personas.

El santo cuyo nombre escogió para su papado, Francisco de Asís, se atrevió a presentarse en el campamento de las tropas del Sultán al Kamil en 1219, durante el asedio de los cruzados a la localidad egipcia de Damietta, y salió ileso.