VISITA A LA REPÚBLICA CENTROAFRICANA

El Papa clama por la paz y la reconciliación en la mezquita central de Bangui

El Papa, recibido por el imán Tidiani Moussa Naidi (izq), en su visita a la mezquita central de Bangui, este lunes.

El Papa, recibido por el imán Tidiani Moussa Naidi (izq), en su visita a la mezquita central de Bangui, este lunes. / periodico

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El papa Francisco concluyó este lunes su viaje a la República Centroafricana con una visita altamente simbólica al barrio musulmán PK5 de Bangui, uno de los vecindarios más peligrosos del mundo, donde acudió a la mezquita central para implorar a cristianos musulmanes el fin de la espiral de odio y violencia que ha dividido al país y ha provocado miles de muertos en los últimos tres años.

La visita al templo islámico de Bangui fue el gesto más efectivo de toda la gira africana del Papa, tras su paso por Kenia Uganda. En una escena poco habitual, los habitantes de PK5 -donde permanece recluida la poca población musulmana que queda en la capital, masacrada o forzada al exilio por las milicias cristianas- salieron a la calle para recibir al Pontífice y se mezclaron sin incidentes con la población cristiana, rompiendo el muro de odio que les separa a diario.

Los cristianos, también exultantes, atravesaron la frontera invisible de este enclave casi prohibido para, por primera vez en mucho tiempo, visitar a sus familiares que viven aislados por el sangriento conflicto que mantienen las milicias de ambas confesiones.

DESPLIEGUE POLICIAL

El despliegue de 3.000 cascos azules, junto a 500 policías locales, ofreció una inusual sensación de seguridad a la multitud congregada, que por unas horas pudo andar por la calle sin miedo. “Es un día hermoso para los musulmanes. No creíamos que podía llegar, pero así ha sido. Hoy he podido abrazarme con mis hermanos cristianos. Es un milagro”, dijo emocionado a Efe Amza Mahamat, un vecino del PK5.

Era la primera vez que un Papa pronunciaba un discurso en el interior de una mezquita. Y allí Francisco, acompañado por el imán Tidiani Moussa Naibi, pidió el fin de la exclusión por etnia, adscripción política o confesión religiosa. “Permaneced unidos para que cese toda acción que, venga de donde venga, desfigura el rostro de Dios y tiene como objetivo la defensa a ultranza de intereses particulares en perjuicio del bien común”, animó el Pontífice. “Digamos ‘no’ al odio, a la venganza, a la violencia, en particular la que se comete en nombre de una religión”, insistió.

DIÁLOGO INTERCOMUNITARIO

Moussa Naibi, uno de los líderes locales empeñados en fomentar el diálogo, le aseguró que la situación actual acabará pronto, porque “cristianos y musulmanes están condenados a vivir juntos y a amarse”, dijo. “Las relaciones entre los hermanos cristianos y nosotros son tan profundas que ninguna maniobra tendente a socavarla podría tener éxito”, afirmó el líder musulmán.

En este clima de espontánea hermandad, el Papa llegó al austero estadio Barthelemy Boganda para celebrar, ante 20.000 asistentes, su último oficio religioso en África. El mismo recinto que albergó el último gran mitin del expresidente François Bozizé, pocos días antes del golpe de Estado de los rebeldes musulmanes Séléka, en marzo del 2013, levantamiento que originó la actual espiral de violencia. “Ustedes, queridos centroafricanos, deben mirar al futuro y, apoyándose en el camino ya recorrido, decidirse con determinación a abrir una nueva etapa en su país”, exhortó Francisco.