LA POLÍTICA EXTERIOR DEL VATICANO

El Papa abre una gira por América Latina con marcado acento social

El Papa, a su llegada ayer a Quito, primera parada de su gira por América Latina.

El Papa, a su llegada ayer a Quito, primera parada de su gira por América Latina.

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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Francisco, «el Papa que vino del sur», como se definió ante el mundo al ser ungido, inició ayer en Ecuador su primera gira pastoral por América Latina. No es una visita menor: se trata de una región que reconoce como fuente inspiradora y que, además, representa al 40% de la población católica en el planeta.

Francisco conoce bien a América Latina. De hecho, tuvo un fuerte protagonismo en el documento que la Iglesia elaboró en Aparecida (Brasil), durante la visita de su antecesor, Benedicto XVI, en el 2007. El argentino Jorge Bergoglio, que aterrizó en Quito en medio de fuertes medidas de seguridad, celebrará hoy una misa en el Santuario de la Divina Misericordia de Guayaquil. Volverá a la capital ecuatoriana para reunirse con el presidente Rafael Correa quien, en 1985, cuando otro Papa, Juan Pablo II, estuvo en ese país, era un dirigente de los jóvenes católicos.

El Pontífice encabezará mañana en Quito una masiva ceremonia religiosa y, como buen jesuita que es, visitará una sede de La Compañía. Tras reunirse con sacerdotes y visitar una casa de ancianos, volará en dirección a Bolivia.

El papado de Francisco, según los especialistas, busca frenar en la estratégica América Latina ese constante flujo de católicos hacia el protestantismo en sus diferentes variantes pentecostales. Se espera que, a tono con los desafíos de la Iglesia latinoamericana, los discursos del pontífice argentino estén cargados de definiciones doctrinales pero, también, referencias a cuestiones 'terrenales'. Y, además, lo hará en su propia lengua, con sus propios modos de expresarse.

CRÍTICA AL SISTEMA FINANCIERO

 El laico uruguayo Guzmán Carriquiry, vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, ha dado algunas pistas al respecto. «Esperamos muchas sorpresas», dijo. Lo que se aguarda, en esencia, es que Bergoglio aproveche sus casi 20 intervenciones para dar otro impulso a las dos encíclicas que, hasta ahora, marcan el rumbo de su papado: 'Evangelium gaudium', que se centra en la misión evangelizadora de la Iglesia y, en particular, 'Laudatio si', su llamamiento al cuidado de la naturaleza, la «casa común». Esta última ha sido interpretada como una fuerte crítica al sistema financiero mundial y a los costos sociales que provoca. El tono de la encíclica provocó especial malestar entre los sectores conservadores de EEUU.

El Pontífice estará pocas horas en La Paz, el miércoles. La atención está puesta especialmente en lo que diga en la región Santa Cruz de la Sierra. El Papa fue invitado por el presidente Evo Morales a participar  en el Segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares. También oficiará una misa en la plaza del Cristo Redentor. Más allá de los mensajes de fuerte contenido social, el Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) puso en suspenso por unos días su credo político y se encomendó a la providencia para que el Papa haga alguna alusión a las aspiraciones bolivianas de recuperar una salida al mar. Bolivia ha interpuesto una demanda contra Chile ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya para obligarla a negociar un diferendo que es resultante de la victoria militar chilena en la guerra del Pacífico que se libró entre 1879 y 1883.

EL ABORTO

Bergoglio cerrará su gira en un Paraguay gobernado por un magnate, Horacio Cartés, fuertemente enfrentado a los movimientos sociales y campesinos. El presidente, bendecido por la Iglesia paraguaya, rechazó semanas atrás toda posibilidad de que se le practicara el aborto a una niña de 10 años que había sido violada por su padrastro. Cartés recibirá a Francisco en Asunción, a donde, probablemente, viajen, además de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, sus colegas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Uruguay, Tabaré Vázquez.

El Pontífice retornará al Vaticano el próximo domingo. Pero América Latina tendrá en el 2015 otra visita de alto impacto político. En septiembre, el Papa bendecirá en La Habana el encauzamiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU. Como lo han reconocido Barack Obama y Raúl Castro, Bergoglio ha jugado un sigiloso papel para que llegue el deshielo al último territorio de la guerra fria.