La OTAN refuerza su flanco oriental por «tierra, mar y aire»

La OTAN acordó ayer reforzar sus defensas «por tierra, mar y aire» en el territorio de sus miembros del este ante el agravamiento de la crisis ucraniana. «Tendremos más aviones en el aire, más buques en el mar y reforzaremos la preparación de nuestras fuerzas terrestres», anunció el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, tras la reunión del Consejo Atlántico.

Rasmussen apenas dio detalles sobre ese reforzamiento militar y solo indicó que aumentarán las patrullas de los cazas en los países bálticos y que se desplegarán buques militares en el Báltico y en el Mediterráneo oriental, así como «en otros lugares si fuera necesario». Ese reforzamiento militar se producirá «de forma inmediata», aseguró Rasmussen.

Estas medidas complementarán la vigilancia que ya ejercen los aviones-radar AWACS desde Polonia y Rumanía. Alemania, Francia, Gran Bretaña y Dinamarca han ofrecido ya aviones de combate y buques para ese despliegue militar aeronaval.

Los planes de defensa de la OTAN frente a posibles ataques a sus diferentes miembros se revisarán, actualizarán y reforzarán, añadió Rasmussen. Además se desplegará personal militar en los países aliados orientales para reforzar la capacidad de preparación y los ejercicios militares de sus fuerzas.

SIN TROPAS DE COMBATE / El Consejo Atlántico, sin embargo, no adoptó ninguna decisión para desplegar de forma permanente unidades militares de combate en el territorio de los países del este, como habían pedido Polonia y los bálticos. Estos países están muy preocupados por la intervención militar rusa en Crimea y la concentración de 40.000 tropas de combate equipadas con tanques, blindados, helicópteros y cazas a lo largo de la frontera ruso-ucraniana. Pero otros aliados occidentales consideraron contraproducente el envío de tropas de la OTAN a su territorio, porque supondría una escalada militar, que podría agravar la crisis.

«La OTAN protegerá a cada país aliado y se defenderá contra cualquier amenaza a su seguridad», advirtió Rasmussen. El responsable de la Alianza Atlántica volvió a reclamar a Rusia que «deje de desestabilizar a Ucrania, retire sus tropas de la frontera y deje claro que no apoya las acciones violentas de las milicias separatistas prorrussas».

Por otra parte, la Comisión Europea envió ayer a cada estado de la Unión Europea (UE) una estimación del impacto económico negativo que tendría la imposición de sanciones a Rusia en materia comercial, financiera, militar y energética. Las sanciones recortarían el producto interior bruto (PIB) de la UE el 0,5% de media, pero en una decena de países la caída del PIB superaría el 1%. El embargo al gas o petróleo rusos y su sustitución por gas de EEUU implicaría también un aumento de la factura energética europea de hasta el 60%, según los expertos.

Los Veintiocho confían en que la cumbre diplomática que celebrarán hoy en Ginebra la UE, EEUU, Rusia y Ucrania permita sentar las bases de un diálogo entre Kiev y Moscú que reduzca la tensión y abra la vía a la solución política de la crisis.